En la fiesta del Rosario…

«Virgen del abrazo» tallada en el parque de Hortaleza (2018)

A LA VIRGEN DEL ROSARIO.

P. Diego Alberto Uribe Castrillón.

A tu ventana de gloria,
llega el Arcángel Gabriel,
y te saluda, Señora,
dulce Madre, virgen fiel.
El Verbo toma la carne
en tu seno virginal
y le recibes piadosa
virgen santa, Virgen fiel.

Proclamas las Maravillas
con tu lengua celestial,
visitas a Isabel tu prima,
das a luz al Emanuel.
Le presentas en el Templo
Y allí lo encuentras también.
Que los misterios de gozo
Nos unan al Niño Rey.

Luz de luz es Jesucristo
que al Jordán bajó una vez
y luego en Caná las aguas
en vino dulce cambió,
cuando María nos dijo
haced lo que diga El,
al abrir el ministerio
el Mesías Siervo fiel.

Mientras el Reino se anuncia
Le escuchas en oración,
Transfigurado le vemos
luminoso como el sol,
y en la Cena postrimera
se nos dio como manjar.
los misterios Luminosos
alumbren el caminar.

En el huerto de la angustia
clamaba el dulce Emanuel,
y luego al manso cordero
le flagelaron también,
y a la columna aferrado,
la sangre vertió como un mar
al cumplir la profecía
que hizo de Él un lagar.

De espinas trenzan corona
para su sien taladrar.
Y a tu Hijo bello y doliente
camino al Gólgota ves.
Y en la cruz te hicieron madre
a ti, purpurina rosa,
Oh madre que nos adoptas
en misterios de dolor.

De gloria se llena el mundo
cuando a la muerte venció
el Cordero traspasado
que del Sepulcro salió.
Al cielo subió glorioso
Quien el Espíritu nos da,
Los apóstoles te acogen
Oh reina gloriosa y fiel.

Pero no podía la muerte
Tocarte con su aguijón
Por eso al cielo te llevan
En la gloriosa Asunción.
De sol y estrellas corona,
te envuelve en su resplandor,
y en los misterios de gloria
te hacen reina del amor.

Cantemos a nuestra Reina
del Rosario la Señora,
a la Madre que nos cuida
con celosa protección.
La plegaria cuotidiana
nos una en celebración
a quien todo nos lo alcanza
de su Hijo Celestial.

Al Padre sea la Gloria
Y al Hijo sea el honor
Y al Espíritu Divino
Nuestra eterna adoración
Y a la Reina del Rosario,
A la rosa del amor
En cincuenta avemarías
cantémosle con fervor.

Amén.

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