¡Este es el día! ¡Feliz Pascua!

 

Éste es el día que hizo el Señor,
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Éste es el día que las tinieblas no lograron apagar.
Éste es el día que no ha estado precedido
por ningún otro ni le pondrá término ninguna noche.
Éste es el día durante el cual el que camina no tropieza.
Éste es el día que nunca nada podrá hacer olvidar,
ni el paso de los siglos lo podrá obscurecer.

El que permanece siempre con el Padre,
nos ilumina hoy con resplandor inmortal
al resurgir victorioso de la muerte.

Que Él llene nuestra mente,
que lo proclamen nuestras palabras,
que lo adore nuestro espíritu,
que lo glorifiquemos y lo llevemos en el cuerpo;
pidámosle con oración constante
que -a quienes libró del dominio de la primera muerte
y les devolvió la libertad por la cruz
y la pasión de su carne-
no les permita ser presa de la ruina de la segunda muerte.
R/. Amén.
Él, que posee contigo una misma e igual esencia,
Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

(De la liturgia hispana de Pascua)

 

4 comentarios en “¡Este es el día! ¡Feliz Pascua!

  1. Que Él llene nuestra mente,
    que lo proclamen nuestras palabras,
    que lo adore nuestro espíritu,
    que lo glorifiquemos y lo llevemos en el cuerpo;.. amen.

  2. Himno para las Vísperas del Domingo de Pascua:
    Ad Cenam Agni

    Versión gregoriana y traducción:
    https://www.youtube.com/watch?v=JB3Ms1gjdVE

    A la cena del Cordero vayamos,
    Revestidos de blancas vestiduras,
    Atravesado el Mar Rojo,
    Cantemos a Cristo príncipe.

    Nutriéndonos de su Cuerpo Santísimo,
    Quemado en el altar de la Cruz,
    Y bebiendo su Sangre
    Vivamos en Dios.

    Protegidos en la víspera de Pascua
    Del Ángel devastador,
    Huimos al durísimo
    Dominio del Faraón.

    Cristo ya es nuestra Pascua,
    Cordero que ha sido inmolado,
    Como verdadero pan ácimo
    Su carne es ofrecida.

    Oh verdadera y digna víctima,
    Por la que fue derrotado el infierno,
    Redimido el pueblo cautivo,
    Restituye la vida.

    Cristo resurge del sepulcro,
    Torna vencedor del abismo,
    Encadenado el antiguo tirano,
    Vuelve a abrir el Paraíso.

    Te pedimos, Autor de todas las cosas,
    En este gozo pascual,
    De toda insidia de muerte
    Defiende a tu pueblo.

    Gloria a ti, oh Señor,
    Que resucitaste de entre los muertos,
    Al Padre y al Espíritu Santo,
    Por los siglos eternos.

    Así sea.

    En la tarde del domingo santísimo de la Pascua
    se conmemoran las apariciones del Resucitado
    deseando la Paz y la Alegría;
    enseñando a superar el miedo
    y enviando al anuncio gozoso…
    Es la tarde en la que se derrama el soplo del Espíritu
    y se concede la potestad para comunicar
    el perdón de los pecados.
    Es la tarde del Oficio Glorioso o Vísperas bautismales.

    • Que oraciones y reflexiones tan catequéticas, sobretodo para despertar a los adeptos «acostumbrados».

      El poso de la Pascua es de real y verdadera alegría.
      El deseo es dar mas pasos para avanzar en «los misterios», la «experiencia del misterio»… cumplido, revelado, desvelado, atisbado, incluso aceptado…

      Y, a empezar de nuevo el repaso: el Perdón, el Pecado, el «Satán vencido», la Comunidad, el Espíritu, los Dones… la misión, la fidelidad, la amistad…

      Imposible hacerlo solo, mas que imposible, infructuoso.
      Gran regalo la comunidad litúrgica eucarística y la ayuda de Moz.com, pero ¿como avanzar en el compromiso común?

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