Gestos eucarísticos

Celosía del monasterio de Valdediós (Asturias)

San Columbano (+615), monje de tradición celta,
muy cercano a las costumbres hispano-visigóticas,
indica en su Regla
que se observe una triple inclinación
antes de recibir la Santa Comunión.

La inclinación del cuerpo
es un gesto antiguo de adoración.

Hoy,  la Iglesia pide que los fieles,
«acercándose al altar procesionalmente,
hagan un acto de reverencia
antes de recibir el Sacramento,
en el lugar y de la manera adecuados
con tal de no desordenar el turno de los fieles.
El <Amén> que dicen los fieles
cuando reciben la comunión,
es un acto de fe personal
en la presencia de Cristo».

(Inst. Inaestimabile Donum, n. 11)

3 comentarios en “Gestos eucarísticos

  1. La inclinación de la cabeza es gesto de reverencia, y en la mayoría de las culturas equivale al «sí». Es una muestra de conformidad con lo que se ve o se oye. Escucha activa.
    Cuando se ladea la cabeza hacia la izquierda, estamos bajo una emoción positiva de cercanía afectiva, si se ladea a la derecha, estamos reflexionando. La barbilla levantada ofrece una imagen altiva y autoritaria.

    El lenguaje corporal veraz es natural, simple y sin artificios. Se refrenda al dulcificar la mirada y se suaviza con la sonrisa.

    Y sobre gestos en la liturgia pregunto sobre el beso (altar, evangelio, iconos, imagen, paz…) en el rito hispano. Respeto, cariño, cercanía, veneración, familiaridad?

     

  2. Los fieles en España comulgamos habitualmente de pie, haciendo antes una inclinación de cabeza, pudiendo recibir la comunión en la boca o en la mano.

    Pienso que es una actitud de adoración y respeto, con la que todo católico debería acercarse a recibir a Cristo.

  3. En la Liturgia hay que diferenciar dos tipos de inclinaciones: de cuerpo y de cabeza.

    La Instrucción General del Misal Romano (IGMR) explica: “Con la inclinación se significa la reverencia y el honor que se tributa a las personas mismas o a sus signos. Hay dos clases de inclinaciones, a saber, de cabeza y de cuerpo [también llamada inclinación profunda]”.

    La IGMR establece, pues, varios momentos durante la Misa cuando los presentes deberían inclinarse.

    1) Durante el Credo – “El Símbolo se canta o se dice por el sacerdote juntamente con el pueblo (cfr. n 68) estando todos de pie. A las palabras: y por la obra del Espíritu Santo, etc., o que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, todos se inclinan profundamente; y en la solemnidades de la Anunciación y de Navidad del Señor, se arrodillan” (IGMR 137).

    2) Después de la consagración (si no se está de rodillas) –“[Los fieles] estarán de rodillas, a no ser por causa de salud, por la estrechez del lugar, por el gran número de asistentes o que otras causas razonables lo impidan, durante la consagración. Pero los que no se arrodillen para la consagración, que hagan inclinación profunda mientras el sacerdote hace la genuflexión después de la consagración” (IGMR 43).

    3) Antes de recibir la Sagrada Comunión – “Cuando comulgan estando de pie, se recomienda que antes de recibir el Sacramento, hagan la debida reverencia” (IGMR 160).

    4) Durante una bendición solemne al final de la Misa – “Si se emplea la oración sobre el pueblo o la fórmula de bendición solemne, el diácono dice: Inclínense para recibir la bendición” (IGMR 185).

    5) Al escuchar el nombre de Dios o de santos específicos – “La inclinación de cabeza se hace cuando se nombran al mismo tiempo las tres Divinas Personas, y al nombre de Jesús, de la bienaventurada Virgen María y del Santo en cuyo honor se celebra la Misa” (IGMR 275).

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