Ha venido el Salvador

 

Mañana, martes, nos volveremos a reunir en la Basílica de la Concepción para la liturgia hispana;
en ella, en la comunión de la Iglesia, celebramos sacramentalmente la salvación.

“La salvación depende de la participación en la pasión, muerte y resurrección de Cristo,
y de una relación personal directa con Dios, más que de una técnica cualquiera.
La condición humana, afectada como está por el pecado original y por el pecado personal,
sólo puede ser rectificada por la acción de Dios:
el pecado es una ofensa contra Dios, y sólo Dios puede reconciliarnos consigo.
En el plan salvífico divino, los seres humanos han sido salvados por Jesucristo,
quien, como Dios y hombre, es el único mediador de la redención.
En el cristianismo, la salvación no es una experiencia del yo,
una inmersión meditativa e intuitiva dentro de uno mismo,
sino mucho más:
el perdón del pecado,
el ser levantado desde las profundas ambivalencias del propio ser,
el apaciguamiento de la naturaleza
mediante el don de la comunión con un Dios amoroso.
El camino hacia la salvación no se halla
sencillamente en una transformación autoprovocada de la conciencia,
sino en la liberación del pecado y de sus consecuencias,
que conduce a luchar contra el pecado que hay
en nosotros mismos y en la sociedad que nos rodea.
Esto nos conduce necesariamente hacia una solidaridad amorosa
con nuestros hermanos necesitados”.

***

Antiguamente se llamaba a este día:
«Octavas Epiphaniae».

1 comentario en “Ha venido el Salvador

  1. Pecado, pecado y pecado.
    Perdon del pecado, liberación del pecado y lucha contra el pecado.
    Pecado original y pecado personal.
    Salvación y redención. Una relación personal y directa…

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