Juan y María en Adviento

            Para orar estos días:

 

Señor, Dios omnipotente,
tú, para redimir al género humano
quisiste enviamos a tu Hijo,
igual a ti en la esencia y la eternidad,
el cual, anunciado por el ángel,
se hizo hombre en el seno de la Virgen María;
antes de la llegada de este mismo Hijo tuyo,
te dignaste destinar a Juan como precursor,
para que, por la predicación de la verdad en el desierto,
el pueblo, arrepentido de sus antiguos pecados,
obtuviese el perdón,
y así el mundo fuese digno de alcanzar
la plenitud de la gracia por medio del nuevo hombre de Dios
portador de la buena noticia del reino de la divina Trinidad.

En este tiempo en que esperamos la venida de tu Unigénito
concédenos el mismo don de la paz,
que te dignaste conceder en los tiempos pasados.

En el encuentro que esperamos, dígnate asociarnos,
para recibir el premio, a aquellos que,
en los comienzos de la fe,
fueron lavados por Juan en el Jordán,
con las aguas de penitencia
y después bautizados por tu Hijo en el Espíritu Santo y el fuego.

R/. Amén.

Concédelo, oh Dios,
por el autor de la paz y del amor,
nuestro Señor Jesucristo,
con el cual eres una sola e igual esencia
en la unidad del Espíritu Santo que reina,
Dios, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

4 comentarios en “Juan y María en Adviento

  1. María, fue la Madre del primer Adviento.

    Lo mismo que Jesús vino la primera vez por María, vendrá de nuevo por medio de Ella.

    No podemos vivir el Adviento, sin dirigir la mirada al primer personaje que lo vive.

  2. Rezada con sed, de nuevo, esta oración, con soporte estructural trinitario integral, pues no se menciona a una de las personas sin implicar a las otras dos,, se sienten a los otros protagonistas, Santa María y el precursor, como amables y cariñosos colaboradores. Y se pide el «don de la paz».

    Anoche, en la sencillez y sobriedad de la celebración del Lucernario visperas santa Lucía en Canillejas, se notó el fuerte deseo de luz y paz, repetido las 7 veces. Poso de tristeza serena en algunos, al recordar el año pasado mas solemne y concurrido.
    Gothia estuvo en su esencia y esto es edificante y ejemplar por su compromiso, pues vencida la pereza, la distancia, el tráfico y la lluvia, la oración comunitaria ha sido levadura en la masa.
    Que el fuego del Espíritu Santo lo cueza todo…
    Buenas noches

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