La Benedictio tiene lugar
inmediatamente antes de la Comunión.
- El canon 18 del IV Concilio de Toledo (633) establecía claramente el lugar de la bendición: no después, sino antes de la comunión…
Un precedente de la bendición antes de la comunión puede hallarse en la misa de las Constituciones Apostólicas.
Al dar a la bendición el carácter de preparación a la comunión, se excluye la posibilidad de otra bendición al final de la misa. Se entiende que, al concluir la celebración, la mayor bendición que los fieles pueden llevarse consigo es la Eucaristía que han recibido.