La comunión de los santos

De la <comunión de los santos> forman parte todas las personas que han puesto su esperanza en Cristo y le pertenecen por el bautismo, hayan muerto ya o vivan todavía. Puesto que somos un cuerpo en Cristo, vivimos en una comunión que abarca el cielo y la tierra.

La Iglesia es más grande y está más viva de lo que pensamos. A ella pertenecen los vivos y los muertos, ya se encuentren en un proceso de purificación o estén en la gloria de Dios. Conocidos y desconocidos, grandes santos y personas insignificantes. No podemos ayudar mutuamente sin que la muerte lo impida.
Podemos invocar a nuestros santos patronos y a nuestros santos favoritos, pero también a nuestros parientes difuntos, de quienes pensamos que ya están junto a Dios. Y, al contrario, podemos socorrer a nuestros difuntos que se encuentran en un proceso de purificación, mediante nuestras oraciones.
Todo lo que cada uno hace o sufre en y para Cristo, beneficia a todos. La conclusión inversa supone, desgraciadamente, que cada pecado daña la comunión.


La presentación del libro <Mozárabes…> antes de su inicio (26 oct ’22) en la parroquia de La Concepción (Madrid)

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San Acisclo, mártir en Córdoba, es el referente del inicio del Adviento hispano.

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La Ermita del Santo acoge el lunes próximo la fiesta de la Presentación en el Templo de la Madre de Dios:

1 comentario en “La comunión de los santos

  1. Si mira, el que está vivo muere por su mirada.
    Si habla, dirías que se ablandan las piedras.
    Es el Amor como un huésped que hizo alto en mi espíritu.
    Mi carne es su alimento; mi sangre, su bebida.
    Ibn Hazm +1064, muladí de Córdoba.
    El collar de la tórtola y la sombra de la nube.

    https://youtu.be/q7at6_U761I

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