La ofrenda de Cristo y la nuestra

Lo que Cristo hace en el Cenáculo es tan sencillo y, a la vez, tan maravilloso y sublime, que nuestro entendimiento no lo puede comprender. Cristo toma pan y vino, pronuncia la bendición de la mesa y distribuye uno y otro entre los comensales. Exteriormente, sus gestos no se diferencian gran cosa de los de cualquier cabeza de familia israelita. Pero en realidad, por la virtud de su omnipotente palabra, que ejecuta lo que ordena, lleva a cabo una acción distinta, oculta e invisible. Al pronunciar sobre los dones de su creación su palabra omnipotente, convierte el sencillo rito judío de la mesa en un sagrado misterio, el misterio pascual de la Nueva Alianza. Parte el pan y, con el cuchillo de su palabra, sacrifica su propio cuerpo como cordero pascual. Bendice el cáliz y exprime su sangre vivificadora, que mana y se vierte dentro del cáliz hasta llenarlo.

Hna. Theofora Schneider,
Introducción a “Nuestra Pascua”

4 comentarios en “La ofrenda de Cristo y la nuestra

  1. Parte el pan y, con el cuchillo de su palabra, sacrifica su propio cuerpo como cordero pascual.

    Que imagen tan desgarrada de una oferta de amistad, de un gesto nutricio…

    Bendice el cáliz y exprime su sangre vivificadora, que mana y se vierte dentro del cáliz hasta llenarlo.

    Misticismo de jueves que se realiza cruentamente el viernes…

    No encuentro referencia de esta autora, Theofora, en google para ver contexto emocional y camino de reflexión.

  2. La cita es de una obra clásica -muy conocida en su momento en ambientes germánicos- que se titula <Nuestra Pascua> , Theofora Schneider escribe la Introducción pero es la comunidad benedictina femenina de Herstelle la que hace las reflexiones.
    https://www.libros-antiguos-alcana.com/benedictinas-de-herstelle/nuestra-pascua/libro
    De esa comunidad fue capellán Odo Casel. Pongo aquí el enlace de una síntesis de obra sobre la Cruz:
    https://www.mercaba.org/FICHAS/Cruz/el_misterio_de_la_cruz.htm

  3. «Parte el pan y, con el cuchillo de su palabra…»
    esto recuerda a la liturgia oriental de la Misa.
    Los bizantinos parten el pan eucarístico con un cuchillo
    que denominan <Lanza>.
    Supone una expresividad del misterio del Cuerpo que se entrega = destroza
    y la Sangre que se derrama en sacrificio por nosotros.
    Acto supremo de amor= dar la propia vida para que otros tengan vida.

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