LOA DE HISPANIA

 

San Isidoro de Sevilla (556-636), Doctor de la Iglesia y el último Padre de la Iglesia de Occidente. De padre hispanorromano y madre goda, fue el menor de cuatro hermanos, todos ellos santos: Leandro, obispo de Sevilla, Fulgencio, obispo de Écija y Florentina, abadesa.

Presidió el IV Concilio de Toledo (633), impulsó la formación intelectual del clero y la liturgia con su trabajo sobre “Los Oficios de la Iglesia”. Trabajó incansablemente en la catequización de los godos arrianos al catolicismo.

La obra magna del hispalense, Etimologías, es la enciclopedia de su tiempo, el compendio del saber de su época; estaría en la base de la organización de los estudios medievales o siete artes liberales: Trivium (Gramática, Lógica y Retórica / el conocimiento, la comprensión y la sabiduría) yQuadrivium (Aritmética, Geometría, Música y Astronomía / el estudio de los números y su relación con el espacio y el tiempo).

Con este texto de alabanza a su tierra (De laude Spaniae) abre su Historia Gothorum:

<De todas las tierras existentes
desde el Occidente hasta la India
tú eres, España,
piadosa y madre siempre feliz
de príncipes y de pueblos,
la más hermosa.
Con razón tú eres ahora
la reina de todas las provincias,
de ti no sólo el ocaso
sino también el Oriente
reciben su fulgor.
Tú eres el honor y el ornamento del orbe,
la más célebre porción de la tierra,
en la que se regocija ampliamente
y profusamente florece
la gloriosa fecundidad de la estirpe goda.

Con razón la naturaleza te enriqueció
y te fue más benigna
con la fecundidad de todas las cosas creadas.
Tú eres abundante en frutos,
rica en uvas, dichosa en cosechas;
te cubres de mieses,
gozas la sombra de tus olivos
y te ves coronada de vides.
Esmaltados de flores están tus campos,
frondosa en tus montes,
llena de peces en tus costas.

Tú te encuentras
en la zona más grata del mundo,
ni te quemas con los ardores estivales del sol
ni languideces con los rigores glaciales,
sino que rodeada por una templada zona del cielo,
te alimentas de suaves céfiros.
Produces todo lo fecundo que dan los campos,
todo lo precioso que dan las minas,
todo lo hermoso y útil que dan los seres vivientes;
y no eres menos por los ríos,
que ennoblece la esclarecida fama
de tus vistosos rebaños…
Tú, ubérrima en pastos,
no ansías los prados de Etruria,
ni tienes por qué admirar,
llena como estás de palmas,
los bosquecillos de Molorco,
ni tendrás envidia de los carros de Élide
en las carreras de tus caballos.

Tú eres fecunda en ríos caudalosos
y fulva por los torrentes auríferos;
tú tienes la fuente engendradora de caballos,
a ti te brillan con la fuerza de los colores tirios
las lanas teñidas con púrpura indígena,
a ti se te enciende
con brillo semejante al del sol
la piedra fulgurante
en las oscuridades recónditas de los montes.
Y, además, eres rica en hijos,
en gemas y en púrpura,
a la par que fértil en gobernantes
y genios de imperios,
y eres tan opulenta en realzar príncipes
como dichosa en engendrarlos.

Con razón por tanto la dorada Roma,
cabeza de pueblos,
te ambicionó tiempo atrás,
y aunque el mismo poder romúleo
te poseyó primero como vencedor,
luego, sin embargo,
el linaje floreciente de los godos,
tras numerosas victorias en todo el orbe,
te arrebató con afán, y te amó,
y goza de ti hasta ahora
entre regias ínfulas y enormes riquezas
segura en la dicha del Imperio>.

 

San Isidoro de Sevilla, Las Historias de los Godos, 1, en:
Textos y Documentos de Historia Antigua, Media y Moderna hasta el siglo XVII,
vol. XI de la Historia de España de M. Tuñón de Lara, Labor, 1984,
Barcelona, p. 153.

 

 

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​Hoy celebramos a María como Pilar de nuestra fe:
la que nos enseña a responder al designio divino
sobre nuestras vidas, personal y comunitariamente.

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HOY se celebra la Misa en Rito Hispano
en la Basílica madrileña de
la Concepción de Ntra. Sra. (19 h.).

 

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