Lucernario para cada domingo de Adviento

Quien modera la celebración en la familia dice:

En el nombre de nuestro Señor Jesucristo: luz y paz.

R/. Demos gracias a Dios.

 

[Si está presente un sacerdote o un diácono dice:

El Señor esté siempre con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.]

 

Se explica el significado del rito que se va a realizar.

Estas luces nos recuerdan que Jesucristo es la <luz> del mundo.
El color verde significa la <vida> y la esperanza.
[Las manzanas recuerdan la victoria sobre el pecado.]
La corona de Adviento es, pues, un símbolo
de que <la luz y la vida> triunfarán sobre las tinieblas y la muerte,
porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida.

El encender, semana tras semana, los cirios de la corona debe significar
nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad
en la espera de su Adviento glorioso.

Un lector dice (Sal 112,3):

Desde la salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor.

El mismo lector o un cantor concluye:

 

V/. Sea el nombre del Señor bendito desde ahora y para siempre.

R/. Sea alabado el nombre del Señor (Sal 112,3).

 

El que dirige la oración dice:

Oh Dios, cuyo nombre es bendito desde la salida del sol hasta su ocaso, llena de ciencia nuestros corazones
y abre nuestros labios en tu alabanza; para que como eres bendito con honor por todos los siglos,
así seas alabado de oriente a occidente por todas las naciones. R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

 

Se enciende la vela de la corona y se canta una antífona (p. e. ¡Ven, ven Señor, no tardes, etc.).

El encendido de la Corona puede hacerse en la cena del sábado por la tarde o al inicio de la comida dominical.

1 comentario en “Lucernario para cada domingo de Adviento

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