Madre de misericordia…
Madre de esperanza…
Consuelo de los migrantes…

Miniatura del monasterio catalán de Poblet. La Virgen yacente en su Dormición es rodeada del Colegio apostólico. El cuerpo de la Toda Santa recibe la ofrenda del incienso.

«Peregrina hacia la Santa Jerusalén del cielo,
para gozar de la inseparable comunión con Cristo,
su Esposo y Salvador,
la Iglesia recorre los caminos de la historia
encomendándose a Aquella que creyó en la palabra del Señor.
Sabemos por el Evangelio
que los discípulos de Jesús aprendieron, desde el principio,
a alabar a la «bendita entre las mujeres»
y a contar con su intercesión maternal.

Son innumerables los títulos e invocaciones
que la piedad cristiana, a lo largo de los siglos,
ha dedicado a la Virgen María,
camino privilegiado y seguro para el encuentro con Cristo.
También en el tiempo presente,
atravesado por motivos de incertidumbre y desconcierto,
el recurso devoto a Ella, lleno de afecto y confianza,
es particularmente sentido por el pueblo de Dios.

Como intérprete de este sentimiento, el Papa Francisco,
acogiendo los deseos expresados,
ha dispuesto que en el formulario de las letanías
de la Bienaventurada Virgen María, llamadas «Lauretanas»,
se inserten las invocaciones
«Mater misericordiae», «Mater spei» y «Solacium migrantium».

 

***
Audición en este jueves, día sacramental:

Ubi Charitas (s. VIII)
Grupo vocal Kings Return
Arreglos: Ola Gjeilo

 

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