Mañana, sábado:
la oblación de la Madre de Dios

Los textos de esta celebración cuentan cómo María fue llevada como niña pequeña al templo por sus padres Joaquín y Ana, a fin de continuar allí su educación con las vírgenes consagradas al servicio del Señor hasta que fueran desposadas en matrimonio. Según la tradición de la Iglesia, la Virgen fue recibida solemnemente en el templo por la comunidad del templo, encabezada por el sacerdote Zacarías, el padre de San Juan Bautista. La tradición agrega que fue conducida al santuario para ser “alimentada” allí por los ángeles, por ser la “santa y bendita entre todas” por Dios. Esta entrada en el templo sería su preparación espiritual para ser el santuario y templo vivo del Divino Niño que habría de nacer de ella.

            Sin duda, los versos del Salmo 44/45, que se emplean extensamente en los oficios de la fiesta, fueron una gran inspiración para la celebración de la consagración de María al servicio de Dios, en el Templo de Jerusalén.

 

«Escucha, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor.

 

Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, compañeras suyas serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey.

 

En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre». (Salmo 44/45, 10-17)

 

La Iglesia Oriental considera estas palabras del salmo como una profecía directamente relacionada con María la Theotokos. Según el Evangelio de San Lucas que se lee en la Vigilia de cada una de sus fiestas, María misma pronuncia las siguientes palabras:

 

Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, Y su misericordia es de generación en generación a los que le teman. (Lucas 1,47-50)

 

El tema principal de la fiesta de la Presentación de María en el Templo, que se repite varias veces en los oficios litúrgicos, es que ella entra al Templo para llegar a ser ella misma el templo viviente de Dios.  De esta manera inaugura el Nuevo Testamento en que se cumplen las profecías de antaño que “la morada de Dios está con el hombre” y que el ser humano es la única morada posible de la Presencia Divina. (Ezequiel 37, 27; Juan 14, 15-23; Hechos 7, 47; II Corintios 6, 11; Efesios 2, 18-22; I Pedro 2, 4; Apocalipsis 22, 1-4)
En los Oficios encontramos estos bellos textos que sostienen nuestra oración:

 

¡Salve, tú que eres el cumplimiento del plan redentor del Creador!
(Tropario)

 

El Templo purísimo del Salvador,
Preciosa Morada y Virgen,
Sagrado Tesoro de la Gloria de Dios,
es presentado hoy a la casa del Señor,
trayendo consigo la gracia del Espíritu Divino,
a quien los ángeles de Dios alaban.
¡Verdaderamente Ella es la Morada de los Cielos!
(Kontakion)

 

El HIMNO popular español
contempla a la Virgen Niña
en su oblación en el Templo.
Esta fiesta jerosolimitana
es una de las Doce grandes
en los calendarios orientales:

«Esta era una niña con aire de flor,
agua más que el río, fuego más que el sol.
Vivía en el templo del rey Salomón,
oyendo salmos, ecos de otra voz.

Quemaban su pecho con celeste ardor,
palabras magníficas, silencio de Dios:
«¡Oh Padre que habitas en alto esplendor,
envía el rocío del Hijo de Dios!

¡Ábrase la tierra: brote el Salvador!
¡Lloved, rojas nubes, al Dios de Jacob!
¡Floreced, collados, al Justo, al Señor,
Lucero del alba, flor de la creación!»

El Viento es contigo, contigo el León,
contigo el Lucero, contigo el Amor.
Tú, fuente sellada, hija del Amor;
tú, el alba más bella, del más bello sol.

Sé tú siempre niña, sé tú siempre don
agua más que el río, fuego más que el sol.
Y al solio del Padre subía su clamor
cual nube de incienso plegaria sin voz. Amén»

 

***

 

Este año por las medidas sanitarias no se convoca
celebración especial en la Ermita del Santo (Carabanchel).
Nos reservamos, sin embargo,
para la Vigilia mariana de la Inmaculada
la tarde/noche del lunes, 7 de diciembre 2020
en la Basílica de la Concepción.

 

***
En muchos pueblos, en estos días, se hacen romerías
y se recogen bellotas para los dulces de Adviento.

 

 

***

El Adviento en nuestra antigua liturgia hispana comienza con este canto bíblico:
Sobre los montes
qué hermosos son los pies del mensajero
que proclama la paz, aleluya,
que anuncia la buena noticia.
Nah 1,15; Is 52,7

Esta versión de C. Erdozain repite el estribillo de nuestra antífona
y recrea el texto:

1 comentario en “Mañana, sábado:
la oblación de la Madre de Dios

  1. Me extrañó hace unos días no encontrar su cita de Nahum 1:15, en la versión española de la Biblia del Vaticano:
    http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PFE.HTM
    Hoy busqué en latín, en la Nova Vulgata y…, gracias a que la versión latina presenta el final del cap.1 y el principio del cap 2 en una misma página, he hallado la cita:
    «Capítulo 2
    1 Miren sobre las montañas los pasos del que trae la buena noticia, del que proclama la paz. Celebra tus fiestas, Judá, cumple tus votos, porque el hombre siniestro no pasará más por ti: ha sido exterminado por completo.» [ Nahum 2,1; http://www.vatican.va/archive/ESL0506/__PFF.HTM ]

    Buscad y hallaréis.

    Muchas gracias, por lo que escriben, cada día, fratelli tutti.

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