Más sobre cantos de ofrendas…

Misa hispana en Alcalá de Henares (Madrid)

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“La serie [de cantos de ofrendas] en su versión milanesa, aunque restringida, tiene algunas piezas hispanas ausentes de los libros francos, o con una lección más consonante con la versión hispana. Existen otros ofertorios no sálmicos en Milán, como el muy teofánico Ecce apertum est templum de Navidad, que está cerca de los cantos armenios y siríacos, originarios de Jerusalén, para la procesión de las ofrendas.

La serie del Antifonario de León es, con mucho, la más rica (los textos son más numerosos y más largos), incluso si faltan algunas piezas presentes en la Galia. No cabe duda de que es en la península ibérica, durante la edad de oro del reino visigodo en el siglo VII, o incluso un poco antes, donde debemos buscar su origen. Algunos clérigos comenzaron a imitar la costumbre oriental de cantar un himno durante la procesión de ofrendas, pero sin servilismo, recurriendo a un repertorio con un tema en particular. A partir de ahí, se extenderá de diversas maneras por el resto de Hispania.

Poco después, Milán y la Galia recibirán parte de este repertorio en una forma relativamente arcaica. Mientras que Galia y Milán mantendrán este repertorio casi intacto, enriquecido por algunas obras autóctonas compuestas con posterioridad, Hispania continuará desarrollándolo. De hecho, las piezas musicales de dos o tres largos versículos del Antifonario de León constituyen una reelaboración sistemática de un repertorio hispano más antiguo y restringido, pero ya más elaborado que el de la Galia y el de Milán. Lo atestiguan las lecciones hispanas de manuscritos más antiguos”. (M. Smyth)

Les chantres du Thoronet

 

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