“Al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro.
Allí, el ángel les dijo:
«Vosotras, no temáis […]. No está aquí: ¡ha resucitado!»
(Mt 28, 5-6).
Ante una tumba escucharon palabras de vida…
Y después encontraron a Jesús, el autor de la esperanza,
que confirmó el anuncio y les dijo:
«No temáis» (v. 10).
No temáis, no tengáis miedo:
He aquí el anuncio de la esperanza.
Que es también para nosotros, hoy. Hoy.
Son las palabras que Dios nos repite en la noche que estamos atravesando”.
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Hoy recordamos a
san Brendan, el navegante (+577).
A él encomendamos
a los que están solos.
Pablo en Listra vio la buena aptitud de Timoteo y zas, le circuncidó, para no entrar en líos con los judíos locales. Menos mal que los sacerdotes y obispos bautizan en Pascua pero no circuncidan. Lo siento Abraham, estamos contigo y tu pacto en todo lo demás.
Aunque los profetas y Jesús circuncidan el corazón y el cerebro.
Hoy con Agustín…» Pues, del mismo modo que nuestros oídos escuchan nuestra voz, así los oídos de Dios escuchan nuestros pensamientos.»
Buen recuerdo de Brendán, la isla pez de san Borondón y la isla de Iona.
Los monjes irlandeses misioneros.
Entretenida y atractiva vida
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Brandán
¡No temáis! Palabras especialmente oportunas para la situación que estamos viviendo. ¡No temáis! ¿Por qué? Porque el Señor está siempre con nosotros; escucha nuestros pensamientos y ve en el interior de nuestro corazón. No temáis.
Dejar todo en manos de Dios, sobre todo aquellas cosas, aquellas situaciones y acontecimientos sobre los que no tenemos ningún control. Rezar y confiar en Él.