Oración visigótica en la fiesta del arcángel

Icono de los tres arcángeles en Saxum (Abu Gosh /Israel)

Amados hermanos,
hoy ha amanecido para nosotros
la fiesta de san Miguel,
el gran enviado de Dios,
en quien nuestros antepasados,
desde hace mucho tiempo confiaron con razón.
Pues, como es uno de los ángeles más importantes,
los cristianos mostraron gran interés
en tenerlo de su lado
y disponer plenamente de su intercesión
y la de sus compañeros.
Cuando, a la hora de crear el universo,
el Dios uno y trino, Majestad eterna,
creó los ejércitos de los ángeles, su primera obra,
a la que llamó luz,
el ángel más excelente,
destinado a ser el preferido de todos,
engreído de soberbia,
cayó a lo más hondo por su monstruosa maldad.


Un juicio ejemplar trajo la perdición para el culpable;
en cambio, a los que permanecieron fieles
en el servicio de Dios les dio el reino
y la dicha para siempre.
Muy dura fue la condena de los delincuentes,
mas otro tanto creció en firmeza
la fidelidad de los restantes.
El que no quiso mantenerse humilde,
perdió su honor y pereció;
los otros, en cambio,
permanecen encumbrados en la gloria,
y en servir a Dios está su grandeza.
Así fue como el ángel rebelde,
privado de la dicha eterna,
se convirtió en enemigo
al acecho de la humanidad
para que este débil amasijo de barro
no consiguiera el honroso puesto
que él había perdido.
Engañó primero a la que vio de sexo débil
y por ella hizo llegar el veneno mortal
al rudo e incauto varón.
Esta culpa de nuestro primer padre
trajo consigo un justo castigo
y a él quedó amarrada también la descendencia
que de ellos brotó.
Pero el amor del Creador y Señor salió vencedor
frente a la trampa ingeniosa de la astuta serpiente,
y frente al pecado cometido por el trasgresor,
perdonó por piedad
al que en justicia había condenado por su culpa,
e hizo voluntariamente heredero del cielo
al que había creado en el paraíso para que fuera feliz.
Porque, de no haber sido desobediente, el primer hombre,
una vez creado, debería ser el compañero de los ángeles.
Pero cuando hizo caso del que le engañaba
y se apartó de los mandatos del Creador,
perdió el derecho a esa compañía.
Mas ahora, gracias a la palabra de Dios Padre todopoderoso,
la única que de la Trinidad tomó carne humana,
ha quedado restablecido en ese derecho.
En la encarnación, los ángeles proclamaron su gloria
y anunciaron que los hombres,
a quienes Dios ama,
habían de asociárseles,
alabando también al Señor.
En esta milicia de los ángeles,
Miguel sobresale por encima
de todos en el cumplimiento de su servicio:
honrar al autor de su existencia en ordenado concierto
y presentar al Creador las oraciones del pueblo de Dios.
R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro,
en cuya presencia recitamos los nombres
de los santos Apóstoles y Mártires,
Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

1 comentario en “Oración visigótica en la fiesta del arcángel

  1. Preciosa oración narrativa y catequética. De como los ángeles, algunos, fastidian el plan con su rebeldía y otros se enfrentan a ellos. Miguel vence, pero … entran los humanos tentados por el Malo y con su pecado el anuncio de Gabriel de que la Trinidad irrumpirá con un humano Salvador.
    Una historia entrelazada de ángeles y hombres para reordenar y curar a la humanidad completa.
    Oración visigótica bien traducida.
    Gracias

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