Un comentario en «Patriarca de occidente»

1. Y celebrando el aniversario del traslado del Santo Patriarca, de la mejor manera posible:
   rezando Visperas con las Benedictinas de la Natividad.
   Nos han acogido con los brazos abiertos. Tan sencillas, tan humildes, tan alegres, inclúso algúna de ellas, octogenaria, sumamente divertida. Nos han hecho reir con ganas. Encantadoras.
   Con cuanta admiración y cariño hacia sus autoras, nos han mostrado los preciosos iconos que albergan en su monasterio.
   Cuanta emoción contenida al hablarnos y recordar a las dos hermanas queridas y añoradas, ya fallecidas, que se entregaron en cuerpo y alma, aún a costa de su vida y de su salud, a dejar esos preciosos iconos, verdaderas joyas, como su legado. Todo un trabajo minucioso, primoroso, exhaustivo, bellísimo. Rezado y ofrecido a Dios, como su Santo fundador pregonaba en su regla de los monjes: Ora et Labora.
   Que tarde más deliciosa hemos pasado.
   Con cuanto cariño y generosidad nos han ofrecido una deliciosa merienda, agradecidas por nuestra visita.
   A quien nos invitó a encontrarnos y pasar una bonita tarde de verano… ¡¡GRACIAS!!

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