Preparando la fiesta del Pilar

La Virgen María sobre la columna en Zaragoza (Goya, 1771)

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Recibe, Reina gloriosa,
del Pilar, dulce señora, 
la alabanza de tu pueblo,  
que tu favor implora. 

Desde la antigua palabra, 
profecía de la gloria, 
Dios quiso dar al mundo 
una lámpara preciosa. 
Quiso que el dolor que Eva 
a la humanidad causó 
fuera sanado con creces 
por la Madre del Señor. 

Gloriosas y santas Mujeres, 
profetizan con amor, 
las glorias que en Santa María 
llegarán a su esplendor, 
Sara, Raquel y Rebeca, 
Judit, Esther son la flor, 
Ruth, Nohemí son anuncios 
de la Madre del Señor.  

Cuando se cumplió el designio, 
Vino al mundo el Salvador 
nacido de humilde reina 
el Niño que es luz de amor. 
De María, dulce fruto, 
nos nace el Dios redentor, 
del Seno límpido y puro 
de la Esclava del Señor. 

Crecido en santo silencio 
en la dulce Nazaret,  
bajo tu santa mirada, 
y el cuidado de José,  
va viviendo humildemente 
el Dulce Dios de Israel, 
tú le adoras en silencio, 
oh Madre del Emanuel. 

Al mundo se le presenta 
y en las bodas de Caná, 
el vino anuncia gozoso 
que Dios vino a visitar 
el pueblo que lo esperaba 
como Señor de la paz, 
“hagan lo que Él les diga”, 
ordenas, madre sin par. 

Al fin en la Cruz un día 
del sacrificio Pascual 
Él es el Cordero Manso 
que la cruz volvió un altar. 
Triunfante, vence la muerte 
y va a la gloria sin par, 
mientras cuidas sus amigos 
con ternura maternal. 

A Santiago, misionero 
consuelas con dulce amor 
antes que subas al Cielo 
a gozar de tu Señor. 
En el Pilar te aposentas, 
dulce Madre universal, 
y te conviertes en signo 
de esperanza, luz y paz. 

Y desde entonces nos guías,  
dulce Reina de la paz, 
y desde entonces te llaman 
la Señora del Pilar. 
Meta de los peregrinos,  
que te buscan sin cesar, 
para que acojas sus preces 
intercesora ejemplar. 

Y en esta tierra bendita 
que en tu día vio la cruz, 
tus hijos hoy te celebran, 
dulce Madre de Jesús. 
rojo y oro las banderas 
anuncian tu bendición, 
y te proclaman, Señora,  
del Pilar, madre de amor. 

Haz que seamos contigo 
misioneros de la paz,  
danos hoy tu dulce abrigo 
Virgen Santa del Pilar. 
Al Padre sea la Gloria 
y al Hijo la bendición,  
y al Espíritu Divino, 
nuestra eterna adoración. Amén. 

Diego Alberto Uribe, Pbro.

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Oramos para que se mantenga y difunda la fe de Cristo en España

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Mañana, misa en Rito Hispano-Mozárabe
en la Basílica de la Concepción (Madrid)

Un libro para nuestros jóvenes:
Mª Isabel Molina presenta cómo los mozárabes
acogieron el número cero y lo difundieron por Europa.
Una bella historia…

 

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