A LA REALEZA DE MARÍA.
P. Diego Alberto Uribe Castrillón.
Medellín Colombia.
Reina gloriosa cantada
por antiguas profecías,
la que Dios ha señalado
para darnos al Señor,
Reina de los Patriarcas
de Israel, gloria y honor,
Reina más bella que Eva,
más que Sara y que Raquel.
Reina que el profeta viera
asomar cual nubecilla,
Virgen que Isaías canta
como virgen sin mancilla,
Reina que excedes en gloria
a la que cantan a coro
el Cantar de los Cantares
vestida de sol y de oro.
Reina Santa y soberana,
que superas en belleza,
las mujeres de otro tiempo,
cantadas con devoción.
Reina que luces serena
en el Arca de la Alianza,
de David Torre anunciada
casa de Oro y de honor.
Reina humilde que acogiste
del Arcángel el llamado,
reina que subes la cuesta
por visitar a Isabel.
Reina que envuelves, serena,
al Infante que ha nacido
humilde y muy desvalido
en el portal de Belén.
Reina que llevas humilde
en la pobre canastilla,
las aves, ofrenda humilde,
del Rey que espera Israel,
Reina que escuchas, doliente
de Simeón el anuncio,
que te presagia la espada
que atraviesa el corazón.
Reina que buscas al Niño
en los recintos del Templo,
Reina que le miras tierna
en tu hogar de Nazaret.
Reina que guardas silencio
con José, patriarca santo,
mirando como entre tanto,
va creciendo el Emanuel.
Reina providente y sabia
que en Caná viste el milagro
con el que el Rey inaugura
su Reino de paz y amor.
Reina que sigues sus pasos
sin presumir de tu gloria,
Reina que guardas sus gestas
en tu puro corazón.
Reina al fin que en el Calvario
junto al trono del Cordero,
recibes al mundo entero
cual testamento de amor.
Reina que lloras piadosa
al pie de la tumba santa
Reina que le vez gozosa
Tras su gran Resurrección.
Reina al fin, que viste el fuego
del Espíritu anunciado
encenderse en los amigos
de tu Hijo Rey de Amor,
Reina que, al Cielo llevada,
de estrellas te han coronado,
Reina de reinas, Señora,
te canta nuestra canción.
Al Padre sea la gloria
Y al Hijo, porque es Señor.
Y al Espíritu divino,
igual le sea el honor.
Ya la Reina que ellos juntos
nos dieran por Soberana
llegue la voz que proclama
su Reino con devoción.
