Renuevo del tronco de Jesé


Canta así la antífona del Oficio vespertino:
«Oh Renuevo del tronco de Jesé,
que te alzas como un signo para los pueblos,
ante quien los reyes enmudecen
y cuyo auxilio imploran las naciones,
¡ven a librarnos, no tardes más!”

Hoy pedimos al Santo Pneuma el don de consejo.
Brotará un retoño del tronco de Jesé y un vástago de sus raíces dará fruto” (Isaías 11, 1 cf. Jeremías 23, 5). “Las naciones acudirán a la raíz de Jesé, que estará puesta como signo para los pueblos y cuyo auxilio imploran las naciones” (Isaías 11, 10 cf. Mateo 12, 21; Romanos 15, 12).

El Evangelio de Mateo presenta el cumplimiento de las profecías mesiánicas entroncando a Jesús con la genealogía del rey David, hijo de Jesé (cf. Mateo 1, 1; Miqueas 5, 2).  Jesús, “el León de Judá, de la Raíz de David” (Apocalipsis 5, 5), será el signo “presentado ante todos los pueblos: Luz para alumbrar a las naciones” (Lucas 2, 32). Él será alzado, de igual manera como fue levantado el signo de la serpiente en el desierto (Juan 3, 14), para atraer a todos hacia sí (Juan 12, 32).

Como revelación personal, Jesús dice de sí mismo: “Yo soy el renuevo y la descendencia de David, el lucero resplandeciente de la mañana” (Apocalipsis 22, 16).
Este misterio de grandeza y poder del Siervo de Dios provoca admiración: “El asombrará a muchas naciones, los reyes cerrarán la boca ante El; porque lo que no les habían contado verán, y lo que no habían oído entenderán” (52, 15 cf. Job 29, 9s). Pero, es un misterio que exige silencio para ser penetrado (cf. Zacarías 2, 13).


Revelación a Zacarías en el Templo (Capilla de la Residencia sacerdotal S. Pedro, Madrid)

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En la anunciación María escuchó que su hijo, el grande e Hijo del Altísimo, sería el heredero del “trono de su padre David” (cf. Lucas 2, 32); en su vida pública fue reconocido como “Hijo de David” (Mateo 12, 23); nosotros, esperando su liberación, pedimos el espíritu de consejo para reconocer los signos de los tiempos y trabajar para que todas las personas del mundo confíen en Él (cf. Mateo 12, 21; Romanos 15, 12; Isaías 11, 10).

«Sabemos cuán importante es, en los momentos más delicados, poder contar con las sugerencias de personas sabias y que nos quieren. Ahora, a través del don de consejo, es Dios mismo, con su Espíritu, quien ilumina nuestro corazón, de tal forma que nos hace comprender el modo justo de hablar y de comportarse; y el camino a seguir.
El Salmo 16 nos invita a rezar con estas palabras: «Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con Él a mi derecha no vacilaré» (vv. 7-8).
Que el Espíritu infunda siempre en nuestro corazón esta certeza y nos colme de su consolación y de su paz.
Pedid siempre el don de consejo (Papa Francisco).


Antífonas de la O en la gruta de Belén

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“Virga Jesse floruit” (Isaías 11, 1)
María es cantada en la liturgia hispana como “Vara florecida de Jesé”.
Jesé o Isai vivió en Belén. Fue hijo de Obed, nieto de Booz y padre del rey David.
Su importancia como uno de los ascendientes de Jesucristo es referida en el Nuevo Testamento.
La tradición hace referencia al Árbol de Jesé.

Todos recordamos el texto del primer libro de Samuel cuando el profeta Samuel, enviado por Dios, visita Belén para ungir a David como rey de Israel (1 Sam 16).

2 comentarios en “Renuevo del tronco de Jesé

  1. «Este misterio de la grandeza y el poder del Siervo de Diós.»
    Job
    «Un misterio que requiere silencio para ser penetrado»….Zacarías.
    Cuántas veces nuestra reacción a un misterio es todo lo contrario. El «ruido» de nuestras deliberaciones y elucubraciones seguramente hace imposible «oir» lo que realmente importa.

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