Te preguntas qué hacer
cuando te sientes atacado por todos los flancos
por fuerzas aparentemente irresistibles,
olas que te cubren y que quieren hacerte perder pie.
A veces, estas olas consisten en sentirse rechazado,
sentirse olvidado, sentirse no comprendido.
A veces, consisten en ira, resentimiento,
o hasta deseo de venganza,
y a veces, en una autocompasión
y autorrechazo.
Estas olas te hacen sentir
como indefenso y abandonado.
¿Qué debes hacer?
Toma la decisión consciente
de alejar la atención de estas olas
y dirigirlo hacia quien camina
por encima de ellas y dice:
“Soy yo; no temas”
(Mt 14, 27; Mc 6, 50; Jn. 6, 20).
Sigue volviendo tu mirada hacia Él
confiando en que Él traerá paz a tu corazón.
Mira hacia Él y di:
“Kyrie eleison, Señor, ten piedad.”
Repítelo una y otra vez,
no en forma ansiosa sino con la confianza
de que está muy cerca de ti
y dará descanso a tu alma.
(Nouwen)
Agitación interior hasta tener ira involuntaria. Es cierto que pasa.
Pedir «piedad» Kyrie…
para «alejar la atención de estas olas
y dirigirlo hacia quien camina
por encima de ellas»
Recuerdo el icono de hace cuatro días: Jesús levantando a Simón entre las olas.
Vale, con esto ya no soy el centro y al mismo tiempo confío en el que dice:
“Soy yo; no temas”
Decir «ten piedad» es pedir fe y amistad…
Buen sábado de oración.
De un amigo verdadero:
«En la desolación mas descarnada,
cuando el hombre se ve en su horror mas ciego
es cuando es mas hermoso el triste ruego:
cuando se siente en su plegaria, nada.
El alma se ha quedado despojada
de todo a cuanto le tenía apego
ya no es oro ni piedra, leña o fuego,
solo, solo es herida desgarrada.
Sola con su miseria, si, desnuda,
sola con su terror desorbitado,
sola con su congoja y su dolor.
Es cuando surge la plegaria muda:
¡apiádate de mi, que soy pecador!
¡apiádate, apiádate, Señor.!»
SENHOR tem piedade de mim , sou um pobre pecador, sinto-me amado por TI , fazes em mim maravilhas e história comigo