El <Amén> en la Comunión
Isidoro recordaba lo que había ya
enseñado san Ambrosio:
la importancia de la respuesta
del fiel cristiano
al recibir la comunión eucarística.
Hoy la Iglesia recuerda:
//De acuerdo con las enseñanzas de los Padres,
se insistirá en el Amén que pronuncia el fiel,
como respuesta a la fórmula del ministro:
«El Cuerpo de Cristo»;
este Amén debe ser la afirmación de la fe:
<<Cuando te presentas a comulgar,
el sacerdote te dice:
<El Cuerpo de Cristo>.
Y tú respondes:
<Amén>, es decir: <Así es en verdad>.
Lo que la lengua confiesa, la convicción lo guarde>//
(San Ambrosio, De Sacramentis, 4,25; SC 25 bis, 116).
Lo tenemos presente ante la III edición del Misal.
e após comungar somos pontes e possibilitamos dialogos,somos mediação e reflexo da misericórdia,e somos chamados a EUCARISTIZAR o mundo pois o E SANTO nos cobrirá com a SUA sombra (MANU GONZALEZ)
Lo que me resulta entonces muy sorprendente es que algunos sacerdotes omitan pronunciar «El Cuerpo de Cristo » al ofrecer la Comunión privandote de la posibilidad de contestar «Amén».
Decir Amén, es decir a Dios que sí, que estamos de acuerdo con todo lo que Él nos dice, lo cual implica un gran compromiso.
Es una parte tan integral de comulgar oír las palabras del celebrante decir «El Cuerpo de Cristo» para responder nosotros «Amen», que no lo concibo de otra manera. Es una afirmación de nuestra fe y la parte esencial de la Eucaristía. No deben existir «atajos» en la misa.
Amen.
Bien por la imagen de la cruz visigótica sobre una piedra pulida por las olas del mar.