San Pablo VI

A este Papa santo debemos el desarrollo y culminación del Concilio Vaticano II.
El primer documento de esta magna Asamblea fue sobre la liturgia.
En él encontramos estas palabras que han hecho posible la restauración del Rito Hispano en Occidente:

 

«El sacrosanto Concilio, ateniéndose fielmente a la tradición,
declara que la Santa Madre Iglesia atribuye igual derecho y honor
a todos los Ritos legítimamente reconocidos
y quiere que en el futuro se conserven 
y fomenten por todos los medios.
Desea, además, que, si fuere necesario,
sean íntegramente revisados con prudencia,
de acuerdo con la sana tradición,
reciban nuevo vigor,
teniendo en cuenta las circunstancias y necesidades de hoy»

 

(S C 4).
+++

 

En estos días, después de la Ascensión,
rezamos el himno al Espíritu Santo:
 

Veni Creator

Ven del seno de Dios, oh Santo Espíritu,
a visitar las mentes de tus fieles,
y haz que los corazones que creaste
se llenen con tus dádivas celestes.

Tú que eres, con el nombre de Paráclito,
el altísimo don de Dios altísimo,
y caridad y fuego y viva fuente
y espiritual unción para tus hijos;

Tú que eres beneficio septiforme,
índice de la diestra soberana,
prometido del Padre sempiterno,
generoso dador de la palabra:

Aclara con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu hondo amor en nuestros pechos,
y fortalece con tu eterno auxilio
la flaqueza carnal de nuestros cuerpos.

Repele con tu ardor al enemigo
y, dándonos la paz sin más demora,
sé nuestro guía para que podamos
evitar los peligros que nos rondan.

Haz que por tu intermedio conozcamos
al Padre y a su Hijo Jesucristo,
y que creamos, hoy y en todo tiempo,
en Ti que eres de entrambos el Espíritu.

Gloria sin fin al Padre y, con el Padre,
al Hijo, resurgido de la muerte,
y al Espíritu Santo que los une
desde siempre, por siempre y para siempre.

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