Santa Hildegarda de Bingen

Esta santa germánica polímata (+ 1179) fue contemporánea de nuestros santos Isidro y María.
Destaca por su amor a la Sagrada Escritura
(especialmente los Profetas y los libros del NT:  Evangelio de San Juan y el Apocalipsis).
Además del mundo clásico romano, en sus obras se refleja el conocimiento de San Agustín y de San Isidoro de Sevilla.
Esta Doctora de la Iglesia recibe especial veneración entre las monjas benedictinas españolas.
De su obra musical, iniciada en la década de los años 1150, se conservan más de 70 piezas recopiladas en la Symphonia armoniae celestium revelationum (Sinfonía de la Armonía de Revelaciones Divinas), y un auto sacramental cantado, titulado Ordo virtutum.

 

Al inicio de curso invocamos con ella la gracia del Espíritu Santo:

 

O Ignis Spiritus

(latín con sub. en español)

 

O ignis Spiritus paracliti,
vita vite omnis creature,
sanctus es vivificando formas.

Oh fuego, Espíritu Paráclito,
vida de la vida de toda creatura.
Santo eres, Tú que das vida a lo inerte.

Sanctus es ungendo periculose
fractos, sanctus es tergendo
fetida vulnera.

Santo eres Tú, que unges a los heridos de muerte,
santo eres Tú, que purificas las llagas supurantes.

O spiraculum sanctitatis,
o ignis caritatis,
o dulcis gustus in pectoribus
et infusio cordium in bono odore virtutum.

Oh espejo de santidad, o fuego de amor,
o dulce sabor en las almas;
Tú que infundes a los corazones
la fragancia de las virtudes.

 

O fons purissime,
in quo consideratur
quod Deus alienos
colligit et perditos requirit.

 

Oh fuente purísima, que nos revela
cómo Dios congrega a los errantes
y busca a los extraviados.

 

O iter fortissimum, quod penetravit
omnia in altissimis et in terrenis
et in omnibus abyssis,
tu omnes componis et colligis.

 

Oh potente camino que lo atraviesa todo:
en las alturas, en la tierra y en cada abismo.
Tú creas y unificas todo.

 

De te nubes fluunt, ether volat,
lapides humorem habent,
aque rivulos educunt,
et terra viriditatem sudat.

 

De ti emergen las nubes y se alzan los cielos,
las rocas destilan humedad,
los manantiales desbordan en torrentes,
la tierra hace germinar su verdor.

 

Tu etiam semper educis doctos
per inspirationem Sapientie
letificatos.

 

A todo tiempo Tú suscitas hombres doctos,
deleitados por las inspiraciones de Tu sabiduría.

 

Unde laus tibi sit, qui es sonus laudis
et gaudium vite, spes et honor fortissimus,
dans premia lucis.

 

Y por ello, gloria a Ti, que eres el son de toda alabanza,
Tú, la alegría de la vida; esperanza e inmenso honor nuestro,
Tú, que otorgas los dones de la luz.

 

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