Santa María, Madre de la Iglesia

 

Retomamos el Tiempo “per annum” o tiempo cotidiano
de la mano de mano de María.

Sancta Maria (Enya)

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Una costumbre hispa:
orar por los difuntos al día siguiente de Pentecostés:

«Hijo de Dios, has ascendido al cielo, junto al Padre,
por esto se alegran los que has creado.
Te pedimos, con corazón quebrantado y humilde,
que nos envíes al Espíritu prometido
y otorgues a los difuntos el don del descanso eterno
R/. Amén.

Porque tú eres la vida de los que viven,
la salud de los enfermos,
el descanso de todos los fieles difuntos
por todos los siglos de los siglos.  R/. Amén.

(Oración hispana)

Lo recomienda el hispalense:

 

«Al día siguiente de Pentecostés
ha de ofrecerse la misa al Señor
por las almas de los difuntos,
a fin de que, más purificados
y participantes de la vida bienaventurada,
reciban sus propios cuerpos en el día de la resurrección»
San Isidoro, Regla, n. 25.

Un enlace con un bello canto por los difuntos:

 

«Pie Iesus
Qui tollis peccata mundi
Dona eis requiem, dona eis requiem
Agnus Dei, 
Requiem æternam.

Compasivo Jesús,
que quitas el pecado del mundo:
dales el descanso.
Tú que eres Cordero de Dios:
el descanso eterno».

 

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