Santos mártires Macabeos

Eleazar, y los siete hermanos Macabeos con su madre (cfr. II Mac 7 ).
Recordados el 1 de agosto, especialmente, en Colonia (Alemania).

Comenzamos el mes de agosto
con esta oración de nuestra tradición litúrgica.
El texto eucarístico nos ayuda
-una vez más-
a recordar,
en este día de los mártires Macabeos y su madre,
a tantos santos de la Primera Alianza:

«Es justo y necesario, Señor,orar e invocarte siempre,
a ti, que, desde el principio,
escuchas con bondad las plegarias de tus siervos
y te muestras propicio;
anticipas tus beneficios a cuantos te invocan,
realizas gestas maravillosas y no niegas tu perdón,
otorgas siempre tu amor y muestras tu providencia.

 

Así, cuando Moisés te suplicó
con las manos extendidas, imagen de la cruz,
en Amalec venció al diablo;
así, cuando Josué invocó al Señor,
por la fuerza del nombre divino,
prolongó el día hasta vencer al enemigo,
tal como nuestro Jesús, la luz verdadera que había de venir,
crecería siempre más hasta destruir las tinieblas;
así, Samuel, después de haber orado,
aterrorizó los duros corazones del pueblo
con un vendaval y los conmovió con truenos
dando testimonio anticipado de Cristo,
quien haría resonar las amonestaciones evangélicas;
así David, cantor de himnos,
con la gracia de la oración hizo más dulce el canto de los salmos;
así cuando Salomón dedicó el templo del Señor
mientras oraba con las manos extendidas
también él indicó de alguna manera el signo de la cruz;
así Asaph y Josafat, nobles reyes,
que guiaban al pueblo de Dios con toda piedad,
derrotaron más con la plegaria que con las armas
a numerosas huestes de enemigos;
así Ezequías, mientras entre lágrimas
volvía de la muerte a la vida,
convirtió las horas del ocaso del sol en un amanecer.

 

Así Elías, en cuya boca parecía estar la llave del firmamento,
con la oración cerró y abrió el cielo;
así Eliseo, devolvió la vida al difunto con la plegaria,
cuando recostado trataba de reanimar los miembros inertes;
así Jonás, hundido en el mar y devorado por el pez,
no cesó ni un momento en la oración,
de modo que ni el monstruo ni la tempestad pudieron dañar
a quien suplicaba desde el antro de las intrincadas entrañas;
así los tres jóvenes orantes no sintieron el fuego que los rodeaba
y la armonía de la plegaria pudo vencer
al estrepitoso crepitar de la llamas;
así Daniel en el foso por medio de la oración
contuvo las ávidas fauces y las bocas decididas de los leones.

Así nuestro Señor Jesucristo,
fiel en todas sus palabras y santo en todas sus acciones.
dio a los que le siguen una norma para orar,
en la cual consiste toda la salvación;
así ordenó a los apóstoles orar sin desfallecer nunca;
así prometió a cuantos suplican con fidelidad y amor
concederles lo que pidan con fe en la oración;
así, no sólo encomendó sus discípulos al Padre,
orando antes de la pasión,
sino que también, durante la pasión, oró por sus enemigos;
así, exaltado a la derecha de Dios, reina por siempre
y por nosotros intercede sin cesar.

 

A él, contigo, oh Padre, y en la unidad del Espíritu Santo,
el innumerable ejército de los cielos
alaba, respeta, suplica, adora, glorifica,
honra, venera, exalta como Creador,
y con incansable encomio bendice,
ensalza, confiesa y dice: Santo, Santo, Santo…»

 
 Illatio Dom VIII  cot

 

1 comentario en “Santos mártires Macabeos

  1. Primero, un paseo por el claustro románico, viendo en los capiteles las personalidades del AT esculpidas con su mérito y personalidad. Atento al dulcificador David con su lira cantando las oraciones.
    Después el alegato a la oración, el estilo de Jesús con su Padre.
    Y en el Trisagio los 12 verbos-acción junto al ejercito de los ángeles.

    Triunfa la recomendación de la oración… orando.

    Hola agosto (de los Leo), con dos símbolos potentes: sol de Oriente, león de Judá

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *