Este año, la Asociación hispano-mozárabe “Gothia” de Madrid felicita las Pascuas de Navidad con una pintura que se inscribe en la gran tradición iconográfica. En el centro de la imagen aparece el pesebre (Lc 2,7.16): es el corazón del icono de la Natividad del Señor. Únicamente el evangelista Lucas refiere el hecho: el Niño fajado y reclinado en un comedero de animales “porque no hay lugar para ellos en el aposentamiento” (Lc 2,7). El pesebre aparece como una caja rectangular dentro de una gruta. Más que un comedero parece un altar o un sepulcro donde el recién nacido yace fajado como un difunto. Unas vendas que ya están anticipando aquellas encontradas en el sepulcro vacío por Pedro, Juan y las santas mujeres (miróforas). El nacimiento está reclamando la Pascua. Como reza nuestra liturgia Gotho-hispana “el que viene, viene para morir”. Con esa “envoltura funeraria” el iconógrafo muestra que por la Encarnación Dios ha hecho suyo todo lo humano, incluida la muerte.
Las grutas eran comunes como lugar de habitación y como establo para el ganado pero ni Lucas ni Mateo hacen referencia a ellas. Sin embargo, el pesebre de Cristo en una de las cuevas de Belén se basa en una tradición oral judeocristiana que ya recoge san Justino (Dial. Trif.78). En tiempos de Orígenes (s. III) ya se mostraba esta gruta al peregrino (Contra Cel. I,51) y el historiador Eusebio habla de la basílica construida sobre ella por Constantino y Elena (De vita Const. III,41).
E nós configurados com ELE seremos capazes de morrer por alguém mesmo que essa morte não nos conduza ao cemitério ?
El bebé Jesús en el pesebre. Un detalle anecdótico de la descripción de los iconos, que con los comentarios de los hábiles comentaristas de arte pictórico y de «arte espiritual y bíblico» nos ofrecéis una preciosa meditación.
Comedero de animales, para alojar la comida de salvación, frente a comida adánica de perdición…
Animales, que miran con ternura (parecen mascotas ..perros y gatos que se acurrucan, dan calor y buscan el afecto y la caricia de sus amos…) prefiguran la actitud que debemos tener los animales humanos.
Las oraciones litúrgicas buscan y buscan quebrar nuestro raciocinio y darnos posibilidades para entrar en el mundo simbólico y afectivo.Hilan, enhebran y cosen los recuerdos de nuestra vida, niñez, juventud. y madurez, para ante hechos vitales como la madre, el calor del sol, la cercanía del calor animal y mucho mas… derrotar las barreras y hacernos «dignos» paea una vez entrados en comunión… comulgar.
Yo flipo cada vez que escucho antes del momento de la comunión la oración que también dice: «quebranta la audacia de nuestros enemigos…». Y ahí meto, no solo al «malo» y al mal, sino mi propia arrogancia y tontería.
Mozarabia…bien y …muchas gracias.
Y cómo me gustaría escuchar y hacer esta tertulia virtual, entre amigos compartiendo una bebida caliente, ahora así porque hace frío. El sol está pálido, hay nubes blancas y grises y el mar, azul y gris, está agitado por la luna nueva.