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Enseñanzas de San Ignacio:
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Ejercitarse en la orción de silencio y soledad es posible en este tiempo de verano.
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Enseñanzas de San Ignacio:
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Ejercitarse en la orción de silencio y soledad es posible en este tiempo de verano.
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Y llega agosto. Y aunque es en enero la fiesta de la Epifanía (sobre la fiesta del Bautismo de Jesús en el Jordán con San Juan), parece que agosto tiene un eco de los Magos que van a Belén, según Mateo y los apócrifos. Y es que en agosto miramos más las estrellas, buscando el camino que marcaba la gran estrella hacia el Hijo Jesús y sus padres.
Misteriosa la historia de los sabios magos y sus regalos, que tanta iconografía cristiana nos han provocado.
Y no pienso que es un invento simbólico de Mateo, sino que los «sabios» también caben en el cristianismo, no sólo los «pobres». Y que Jesús no solo era un judío listo que cumplía con cada matiz de los «profetas» de Israel. Tal vez era sabio porque estudió como los magos que le visitaron de niño en su casa de Belén, antes de seguir estudiando en el viaje a Egipto de la Familia Santa para salvarse de Herodes, otro que no era tonto, pero sí malvado.
Que interesante este misterio cristiano de los magos sabios que sabían del cielo y los astros, cuya fiesta coincide con ese estallido de sabiduría que fue el Bautismo, la Voz del Padre y la Paloma.