Por influencia del calendario de la Iglesia visigótica y mozárabe
muchos lugares de España e Iberoamérica
miran hoy, 3 de mayo, a la Cruz como signo glorioso de salvación.
En no pocos colegios se adornan las cruces,
los patios se engalanan con cruces floridas…
la Cruz es el trono de la gracia,
la fuente de la Vida.
AUDICIÓN: ¡Oh Cruz, te adoramos!
«Los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección
hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo,
como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo.
Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya »
(Normas Universales del Año Litúrgico, n 22).
R. Crux fidelis, inter omnes arbor una nobilis,
Nulla talem silva profert, flore, fronde, germine!
Dulce lignum dulci clavo dulce pondus sustinens.
1. Pange, lingua, gloriosi prœlium certaminis,
Et super Crucis trophæo dic triumphum nobilem,
Qualiter Redemptor orbis immolatus vicerit. R.
2. De parentis protoplasti fraude factor condolens,
Quando pomi noxialis morte morsu corruit,
Ipse lignum tunc notavit, damna ligni ut solveret. R.
Canta, lengua, la gloria de esta guerra,
celebra el noble triunfo del madero.
Di, cómo un Redentor, Dios y Cordero,
sacrificado en ti, ganó la tierra.
Oh cruz fiel, árbol único en nobleza.
Jamás el bosque dio mejor tributo,
en hoja, en flor y en fruto.
Así la Salvación fue establecida;
venza, el AMOR, la astucia del engaño;
nació la Redención donde hubo el daño,
y la Vida en el fondo de la herida.
Dulces clavos, dulce árbol,
donde la Vida empieza
con un Peso tan dulce en su corteza.
Versión del Seminario de Toledo:
