Sobre el matrimonio cristiano

(4, 5) Acerca de la velación conyugal preguntas
si la doncella desposada con uno,
puede tomarla otro en matrimonio.
Prohibimos de todas maneras que se haga tal cosa,
pues la bendición que el sacerdote da a la futura esposa,
sería para los fieles sacrilegio si se violase.

De la Epístola de san Siricio, papa,
a Himerio, obispo de Tarragona, 10.II.385

En el siglo IV, en España,
ya aparece en el matrimonio
la velación
y la bendición del sacerdote:
expresiones de la sacralidad del vínculo.

2 comentarios en “Sobre el matrimonio cristiano

  1. «un sacramento cuya huella imborrable no puede ser desfigurada, sin castigo, por los hombres que desertan del deber o que tratan de desvincularse del sagrado lazo.» (san Agustín).

    Agradezco mucho la enseñanza de su post. Me ha desencadenado una serie de ideas sobre las que me gustaría leer despacio para comprender bien.

    Por un lado, me ha llevado a pensar en cuestiones de actualidad que afectan a la Iglesia y que nos traslada la prensa religiosa. Por otro, me ha hecho pensar en la relación de este ritual con prácticas romanas anteriores al siglo IV y con tradiciones populares posteriores. La simbología de la imposición del yugo, la velatio romana, las referencias de Tertuliano al yugo, la especificación de san Isidoro relativas a que el nombre de cónyuges deriva del ceremonial sagrado y no del sentido de ‘unidos al yugo del matrimonio’.

    La foto que ilustra el post, con la forma que toma el velo cayendo sobre los novios en forma total de yugo, me ha recordado un dibujo de un articulo que leí (enlace más abajo) sobre «la segunda echada del yugo» que se hacía en las tornabodas de Las Hurdes cuando uncían a los novios y los ponían a arar surcos en la tierra cantando:

    «El novio y la novia
    se van a casar;
    cogen el yugo
    y se van a arar»

    Al parecer, también en pueblos de Aragón hace años ponían a los pies de los novios un escriño para bueyes que van en camino…

    Parece que junto a la idea de dos que ya deben caminar y trabajar juntos en la vida, «la segunda echada del yugo», aunque acabara como broma pesada de gañanes, sería en origen un rito de fertilidad explicitada en la cuchilla que rotura y abre la tierra como el hombre en la tierra fértil que es la mujer. La misma significación del peinado de la novia romana que hace rayas y abre sus crenchas con la lanceta ritual.

    “Mientras duran estas fiestas (Lemuria), vosotras, jóvenes, permaneced aún sin marido: que la nupcial antorcha de pino espere la llegada de días puros; y que a ti, a quien tu madre, ansiosa por casarte, considera ya madura para el matrimonio la curvada punta de la lanceta no peine tu virginal cabellera.” (Fastos, 2, 556-560)

    En fin, perdón por el batiburrillo. Muchas gracias por sus publicaciones.
    Comparto los enlaces por si fueran de interés para algún lector de su blog:

    http://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/10527/1/Minerva-2006-19-peculiaridades-nupciales-romanas.pdf

    https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/8416/45461_7.pdf?sequence=1

    https://domus-romana.blogspot.com.es/2013/12/nuptiae-ritos-de-una-boda-romana.html?m=1
    .

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