Sobre el Rosario…

recuerda la Iglesia

  

“ El Rosario o Salterio de la Virgen es una de las oraciones más excelsas a la Madre del Señor.

Para los que recitan una tercera parte del Rosario, la costumbre distribuye los misterios según los días de la semana…

Esta distribución, si se mantiene con demasiada rigidez, puede dar lugar a una oposición entre el contenido de los misterios y el contenido litúrgico del día:

se pueden pensar, por ejemplo, en la recitación de los misterios dolorosos en el día de Navidad, cuando sea viernes.

En estos casos se puede mantener que «la característica litúrgica de un determinado día debe prevalecer sobre su situación en la semana; pues no resulta ajeno a la naturaleza del Rosario realizar, según los días del Año litúrgico, oportunas sustituciones de los misterios, que permitan armonizar ulteriormente el ejercicio de piedad con el tiempo litúrgico».

Así, por ejemplo, actúan correctamente los fieles que el 6 de Enero [caiga en el día que caiga], solemnidad de la Epifanía, recitan los misterios gozosos y como «quinto misterio» contemplan la adoración de los Magos, en lugar del episodio de Jesús perdido y hallado en el templo de Jerusalén. Obviamente, este tipo de sustituciones se debe realizar con ponderación, fidelidad a la Escritura y corrección litúrgica.

[Lo mismo habría que decir de la Semana de Pascua, por ejemplo, en que se deben meditar los misterios gloriosos durante la octava].

Para favorecer la contemplación y para que la mente concuerde con la voz, los Pastores y los estudiosos han sugerido en muchas ocasiones restaurar el uso de la cláusula, una antigua estructura del Rosario que sin embargo nunca desapareció del todo.

La cláusula, que se adapta bien a la naturaleza repetitiva y meditativa del Rosario, consiste en una oración de relativo que sigue al nombre de Jesús y que recuerda el misterio enunciado. Una cláusula correcta, fija para cada decena, breve en su enunciado, fiel a la Escritura y a la Liturgia, puede resultar una valiosa ayuda para la recitación meditativa del santo Rosario”. [P.e.: Jesús, encarnado; Jesús bautizado en el Jordá; Jesús, orante en Getsemaní; Jesús, muerto en la cruz; Jesús, resucitado de entre los muertos, etc.]

(DPPL 197. 200. 201).

2 comentarios en “Sobre el Rosario…

  1. Recuerdo la Cantiga del siglo XIII de Alfonso X el Sabio que llamo «Mil Ave Marías» que he cantado recientemente, donde una monja atolondrada y obsesionada reza mil oraciones además de las propias del día. La Virgen se le aparece en un mal momento suyo y, como si fuera una maestra abadesa, le recomienda que rece solo una tercera parte pero concentrada en el contenido de la oración, recordando el gozo que le produce, p.e. «bendito el fruto de tu vientre» pues le hace recordar los momentos maravillosos de su embarazo.
    La monja mejora mucho en su vida de comunidad cuando obedece…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *