El 7 de octubre celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, la cual anteriormente llevaba el nombre de Nuestra Señora de la Victoria. La fiesta conmemora la gran victoria en la Batalla de Lepanto en 1571 de la armada cristiana bajo el liderazgo de Don Juan de Austria (medio hermano del Rey Felipe II) y la Liga Santa sobre los turcos. El Papa San Pío V había pedido que todos rezaran el rosario antes de la batalla; tras la victoria tuvo certeza de la intercesión de Nuestra Señora. Es una fiesta, pues, que celebra la protección de Europa por Dios y la intercesión de la Virgen del Rosario. Como toda historia milagrosa, siempre hay más detalles en los cuales se iluminan la grandeza de Dios y su madre.
Cualquier español conoce el nombre de Guadalupe y muchos han visitado su santuario. Pero pocos conocen algo de las apariciones de Nuestra Señora–bajo la misma advocación de Guadalupe–que ocurrieron en México en el año 1531.
En diciembre 1531, la Virgen apareció a un hombre indígena, San Juan Diego, y pidió que fuese al obispo de la Ciudad de México para pedir que una iglesia fuera construida en el cerro de Tepeyac. El obispo Zumárraga, que llevaba el título de Defensor de los Indígenas, en su desilusión por el maltrato de los indígenas y por tan pocas conversiones, había pedido una señal de Dios para mantener su esperanza. Luego, cuando San Juan Diego llegó, le pidió que pidiera que la Virgen le diese una señal celestial.
San Juan Diego volvió al obispo con su tilma llena de rosas castellanas en diciembre (casi un milagro en sí). Cuando se abrió su tilma y las flores se cayeron en el suelo, se apareció milagrosamente una imagen de la Virgen vestida como una princesa indígena. Así había aparecido a San Juan Diego en el cerro de Tepeyac. Quinientos años después, los científicos no pueden explicar la existencia de la imagen sobre tela pobre de cactus.
Durante aquellos días, la Virgen también apareció al tío de San Juan Diego, Juan Bernardino. La Virgen le dijo: «Soy la Siempre-Virgen Santa María de Guadalupe.» Guadalupe era la advocación de la Virgen más importante para los españoles y la historia de la fe en las Américas; de hecho, los primeros indígenas de las Américas se bautizaron en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Extremadura. Pocos indígenas se habían bautizaron antes de 1531 (Se estima unos 200,000.), pero durante los siete años después de la aparición ocho millones se bautizaron (¡Que sería más de 3000 personas cada día!).
Una copia de esta imagen milagrosa de la Virgen de Guadalupe fue tocado al original y regalado por Alfonso de Montufar, el segundo arzobispo de México, a su rey, Felipe II. En 1570, Felipe viajó a Chipre en la galera del Giovanni Andrea Doria de Génova. Según el Ministerio de la Cultura de Italia, el Rey Felipe obsequió la imagen a Doria.
Un año después, durante la gran batalla de Lepanto, mientras todos católicos rezaban el rosario por una victoria, el almirante Doria se izó la imagen de la Virgen de Guadalupe de México en su galena. Una tradición nos cuenta que aún se inclinó para rezar ante la imagen durante la batalla. ¡La Virgen había conquistado otra vez!
Después de la victoria de Lepanto, la imagen formaba parte del patrimonio de la familia Doria hasta 1811 cuando el Cardinal Giuseppe Doria la regaló a la iglesia de Santo Stefano d’Aveto en Génova (que ahora se llama el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe) y donde se venera actualmente.
(cf. <https://catalogo.beniculturali.it/detail/HistoricOrArtisticProperty/0700116170>)
En 1571, los católicos rezaron el rosario pidiendo la intercesión de la Virgen Madre de Dios. Otra vez necesitamos la intercesión de Nuestra Señora para una victoria. El papa pidió, una vez más, ayuno y oración en el día del rosario, esta vez por una paz duradera en el mundo. ¡Sigamos rezando el rosario por la paz en el mundo!
Los que están desanimados como Zumárraga por los conflictos en el mundo y el maltrato de nuestro prójimo, ¡Atrevámonos a pedir de nuevo una señal de Dios y de su Madre! Y si Dios permite, que esta nueva señal milagrosa sea la fuente de conversión y bautizo de millones de personas en los años venideros.
Escrito por Padre David Jaspers, el 7 de octubre 2024 (Oregón, Estados Unidos de América).
Outubro mês do ROSÁRIO e mês missionário.
Rezemos pelo próximo DOMUND.
Não esquecer a mensagem da SENHORA de FATIMA : Penitencia e Oração do terço diário.