<Como en el banquete eucarístico se tiene cuidado de que no caiga nada de las preciosas especies, de la misma manera se ha de procurar no perder una sola palabra de la Sagrada Escritura cuando es leída en la Iglesia; porque también de ella se alimenta el hombre interior. «Como la carne de Cristo es una verdadera comida y su sangre una verdadera bebida», escribe San Jerónimo, «así nuestro único bien en la vida presente es comer esta carne y beber esta sangre, no sólo en el Misterio (del Altar), sino también en la lectura de la Escritura» (In Ecclesiastes, c. III.)>.
(E. Löhr, Los misterios pascuales (1957), ed. Guadarrama, Madrid 1963, pág. 23s.)
Una enseñanza para tener en cuenta
y un acicate para leer la Palabra de Dios
-de manera más abundante- en estos días.
Tras el Corpus, rezar es un placer.
Si quieres leer con una mano el Evangelio y con la otra (escuchar los textos en canto gregoriano) dejo esta muestra de Schola Antiqua de su maravilloso CD «DICIT DOMINUS, Verba Iesu in cantu»
Palabras de Cristo en el Canto Gregoriano
Un ejemplo entre las 33 antífonas:
LLANTO POR JERUSALÉN (LUCAS, 19)
corte 24.- Cum appropinquaret. Antífona. Modo I 3:18
https://youtu.be/sdNP3py5U6k
Otros dos ejemplos:
AMOR POR LOS DISCÍPULOS (JUAN, 15 Y 21)
29.- Simon Ioannis Comunión. Modo VI 2:44
https://youtu.be/9M3Oh1I70Kw
LA CONFIANZA EN EL PADRE (MATEO, 11)
8.- Tollite iugum Responsorio. Modo VII 2:43
https://youtu.be/INpr4xMnHbc
Leer las Sagradas Escrituras – fuente inagotable de enseñanza.
Qué importante es durante la liturgia que los lectores y el celebrante leyan despacio y con claridad las escrituras de la misa y cuántas veces se descuida la calidad en dicha lectura y proclamación, procediendo de forma atropellada, mirando hacia el suelo sin tener en cuenta la importancia de no perder ni una sílaba.