Trono de la sabiduría

Una representante del género humano
llega en cuerpo y alma ante el trono de Dios,
habiendo sido ella misma ese trono de Dios,
habiendo sido ella misma ese trono por su virginidad fecunda.

Es ciertamente razonable
que llegue felizmente a la gloria del Hijo
la que mereció tenerle en sus entrañas,
elegida de Dios, por el inviolado pudor de su virginidad.
Allí goza con él,
con todas las sagradas vírgenes,
la que en el estado del matrimonio
mantuvo sin manchas la integridad virginal.
Allí, con los mártires de cuyo triunfo participa,
es incluida para siempre en su catálogo,
unida a ellos de modo inefable
por la mano misma que extendió los cielos.
A ella, por la integridad de su cuerpo
y la esperanza de su sincero corazón,
le fue justamente concedido ser llevada al reino de los cielos.
R/. Amén.

De la liturgia hispana de la Asunción

1 comentario en “Trono de la sabiduría

  1. Trono de Dios ante el trono de Dios.
    Integridad virginal, pudor de su virginidad.
    Integridad de su cuerpo, sincero corazón.
    Todo precioso en esta oración de liturgia hispana.

    Y me sigue resultando raro la insistencia post-pagana del «sin mancha», en estado de matrimonio. Pues hemos aprendido de Jesús que no mancha lo que viene de fuera, sino lo que sale de dentro, del corazón.
    Sin pecado concebida, bien… Sin mancha, bien,
    pero no veo la necesidad de la insistencia, virgen sin mancha en su maternidad.
    Seré muy torpe…

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