Viernes Santo de la Pasión del Señor

 

En este día, en que “ha sido inmolada nuestra Víctima pascual, Cristo” (1 Cor 5, 7),
la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo,
así como adorando la Cruz,
conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz
intercede por la salvación de todo el mundo.
La Iglesia, siguiendo una antiquísima tradición,
en este día no celebra la Eucaristía.
El Viernes de la Pasión del Señor es un día de penitencia
obligatorio para toda la Iglesia
por medio de la abstinencia y el ayuno.
Se recomienda que en este día,
se celebren en las iglesias el Oficio de Lectura y Laudes,
con participación de los fieles
(cf. Fiestas Pascuales, nn. 58ss).
«Este oficio, llamado antiguamente “de tinieblas”,
conviene que mantenga el lugar que le corresponde en la devoción de los fieles,
como meditación y contemplación de la Pasión, Muerte y Sepultura del Señor,
en espera del anuncio de la Resurrección
(ib. 40).

 

 

Es el día en el que, según la tradición hispana,
se elevan a Dios súplicas insistentes pidiendo el perdón
(Indulgentia).
La súplica resuena en todas las iglesias
ante El que ha derramado su sangre por el perdón de los pecados.
Hoy leemos, con toda la Iglesia, el relato de la Pasión del Señor
reconociendo que tanto amó Dios al mundo
que le entregó a su Hijo (Jn 3,16)
***

 

La oración universal de este día expresa el valor universal de la Pasión de Cristo,
clavado en la Cruz para la salvación de todo el mundo.
Ante la grave necesidad de sanación por la actual pandemia,
el Obispo ha pedido que hoy se añada como intención especial
a los enfermos de COVID, familiares y personal médico.
Oramos por los vivos y por los difuntos.
(cf. Fiestas Pascuales, n. 67)

 

 

3 comentarios en “Viernes Santo de la Pasión del Señor

  1. Es el camino hacia la Vida, a veces tan doloroso, pero siempre culmina en la Resurrección del Señor. Siempre termina bien… si nos aferramos bien fuerte a Él.

  2. Oración de Jeremías Sábado Santo, Lamentaciones, mozárabe.
    https://youtu.be/2lMXiTZQSxQ

    Emiliana Iohr, Misterios de la Pascua (p.197 Viernes Santo)

    «¿Y no es El el Crucificado mismo, no es ya su Cruz el cumplimiento de todos estos ruegos que la
    Ecclesia eleva hasta El? ¿No le ha conseguido El,
    durmiendo sobre la Cruz, la quieta et tranquilla vita,
    la vida tranquila en Dios, el orden de salud que de El imploraba?
    Todos los órdenes de la Iglesia, todos los que han recibido de Dios vocación o ministerio, gracia o misión, ¿no sacan de la sangre inmolada del Señor la fuerza del Pneuma para mantenerse
    en su Orden y desempeñar rectamente su ministerio? «

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