Vigilia nocturna mozárabe en Córdoba

Nos cuenta el cronista Almakkari, que a principios del siglo XI un canciller de Abd-er-Rahman V hubo de asistir a una ceremonia nocturna en una iglesia mozárabe de Córdoba y…

«…la vio tapizada de ramas de mirto y suntuosamente decorada, mientras el sonido de las campanas encantaba su oído y el esplendor de los cirios deslumbraba sus ojos.
Se detuvo fascinado a pesar suyo, ante la vista de la majestad y del gozo sagrado que irradiaba del recinto; admiró seguidamente la entrada del oficiante y de los otros adoradores de Jesucristo, revestidos de admirables ornamentos;
el aroma del vino añejo que los ministros vertían en el cáliz, donde el sacerdote mojaba sus labios puros;
el modesto atuendo y la belleza de los muchachos que servían junto al altar;
el solemne recitado de salmos y de sagradas plegarias, todos los ritos, en fin, de esa ceremonia;la devoción y a la vez el gozo solemnes con que se celebraba y el fervor del pueblo cristiano…»

(Citado en J. Fontaine, El Mozárabe. La España Románica, vol 10, Madrid 1977, 45).

 

No otra cosa se podría pedir para el que tenga la experiencia de la misma celebración en nuestro viejo Rito hispano en la Basílica de la Concepción de Ntra Sra, en madrileña calle de Goya 26 . Esta celebración sagrada, como tantas en el resto de España (Toledo, Salamanca, Alcalá, etc.), con noble belleza y fervor participativo, quiere ser símbolo y signo de las cosas celestiales mientras esperamos que el Señor vuelva glorioso desde el cielo.

Con agradecimiento a cada persona de <Gothia> que con su presencia y esfuerzo hace posible esta experiencia religiosa para gloria de Dios y servicio del prójimo.

2 comentarios en “Vigilia nocturna mozárabe en Córdoba

  1. En el texto del observador musulman de principios siglo siglo XI, finales del califato de Córdoba, se repite dos veces el «gozo» en la celebración.
    Y destaco a fruición sensorial descrita:
    Sonidos de campanas, salmos, cantos y plegarias.
    Brillo de las candelas relucientes y de las vestiduras y solemnes ornamentos.
    Olor del vino añejo de los cálices y de las ramas de mirto que decoran.
    Majestad de celebrantes en procesión y belleza de los jóvenes acólitos.
    Devoción y fervor de los fieles.

    Conocía esta cita que incluí en el libreto del cd sobre Cantos visigótico-mozarabes hace 10 años, pero cuando hace tan solo dos años asistí a mi primera celebración en la basilica del rito hispano de Madrid, era la fiesta del ya admirado san Isidoro, quedé impactado y no cabía de asombro al ver-sentir lo mismo que los del siglo XI, con la casulla de lujo visigoda, la nube de incienso, los Hagios, y al que presidía la celebración con los brazos extendidos casi gritando de emoción su homilía sobre el Cordero místico y la Fuente viva del Apocalipsis…
    No creía lo que veía-escuchaba, mas impresionado que el cronista de Almakari.
    Hacía muchos años que no comulgaba con el vino añejo-sangre del Señor-del cáliz dorado… ( en mi comunidad cristiana siempre se comulgaba con las dos especies).
    Quedé prendado. Estaba regresando en vespa a mi casa, flotaba por las nubes mas que ir por el asfalto. Me duró varios días el «cuelgue celestial-mistico litúrgico». Esa madrugada escribí un email al P. Manuel lleno de elogios preguntando si todo ello era real o era una locura mía, pues la gente estaba tan normal como si ceremonia, cantos y homilía fuese algo comun.
    Esa tarde fue una experiencia radiante que despertó una búsqueda y provocó una entrega de tiempo y energía singular, solo con antecedentes en la juventud muy temprana.
    Aun dura, y por ello la efusión postlitúrgica en el pórtico, mi participación extensa y poco mesurada en este foro y mi deseo de actitud activa en cualquier celebración del rito.
    Abrazos y «gozo solemne».

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