La salvación celebrada

Si nos preguntamos
quién salva al mundo y al hombre,
la única respuesta es:
Jesús de Nazaret, Señor y Cristo,
crucificado y resucitado.
Y, ¿dónde se hace actual para nosotros,
para mí, hoy,
el misterio de la muerte y resurrección de Cristo,
que trae la salvación?
La respuesta es:
en la acción de Cristo a través de la Iglesia,
en la liturgia,
en especial en el sacramento de la Eucaristía,
que hace presente
la ofrenda sacrificial del Hijo de Dios, que nos redimió;
en el sacramento de la Reconciliación,
donde se pasa de la muerte del pecado a la vida nueva;
y en los demás actos sacramentales que nos santifican.
Así,
el misterio pascual de la muerte y resurrección de Cristo
es el centro de la teología litúrgica del Concilio Vaticano II.

 

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