
Para rezar esta tarde al prender la lámpara:
«El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra
mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Aleluya»(St 5,7).
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias, Padre santo,
al celebrar la solemnidad de san Isidro, labrador,
quien, cultivando la tierra,
trabajó por el alimento que perdura;
apeteciendo el Pan de Vida,
compartió su pan con los necesitados;
unido a la Vid, que es Cristo,
derramó, sobre todos, el vino del consuelo y de la alegría.
En él nos ha dejado la imagen viva de tu Hijo Jesucristo,
que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.
Por eso, en el Espíritu,
te damos todo honor y gloria por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Hace un mes: recordando el II Congreso Mozárabe de Córdoba…




II Congreso internacional sobre Historia de los Mozárabes
Lucernario dominical:
 
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			 
					
							
			






Siempre me maravilla la riqueza de los textos litúrgicos del rito Mozárabe como el ejemplo arriba.
El Lucernarium del sábado fue una bellísima combinación de textos de Juan Diácono en un entorno igualmente impresionante, con la presencia del Señor Cardenal y custodiados por la policía municipal vestida de gala y por los santos esposos que procesionaron al final de la ceremonia. Digno final de la fiesta de nuestro santo patrón.