Un comentario en «‘Stabat…’»

  1. Los ritos del transito de muerte han tenido la funcionalidad del ritual que intentaba dominar el caos (amenaza) según el rito (catarsis colectiva). Del grito caótico del dolor ante la muerte familiar (cante), al de la catarsis del canto con “duende”, para llegar a concentración del lamento cristiano en la Mater Dolorosa.

    En los siglos IV al VI hubo en occidente cristiano una explosión de creatividad concentrando el dolor del llanto ritual en la imagen de Santa María ante la muerte de su Hijo en la cruz, cuyo fruto tardío fue la secuencia latina “Stabat Mater dolorosa”, atribuida al monje Jacopone da Todi (h.1228-1306), al Papa Gregorio X (1210-1276), o a san Buenaventura (1218-1274). Simultáneamente aparecen con gran tensión dramática los lamentos fúnebres de las plañideras del ritual funerario de Castilla y los «planctus» a la muerte de grandes personajes de la historia medieval.

    La antiquísima pasión y muerte en los ritos agrarios de la siega del cereal (Ceres) y la vendimia de la uva (Baco), pasa al banquete funerario, al canto funerario (planctus) y al discurso funerario, que canalizan el furor y las pulsiones de autolesión, el hambre y la lascivia.

    Cantiga de los 7 pesares (dolores) de la Virgen de Alfonso X el Sabio, siglo XIII

    https://youtu.be/0IGFxPLrzkw?si=bWwm8moFFyLv2Ol0
    CSM 403 Los Siete Pesares · Eduardo Paniagua · Alfonso X El Sabio · Música Antigua · Alfonso X El Sabio (1221-1284)

    Pneuma PN-1280 Cantigas de Nuestro Señor, http://www.pneumamusic.es
    CSM 403 LOS SIETE PESARES
    Es la cantiga central, la número 50 del Códice de Toledo. En el borde del folio 145 alguien escribió en el manuscrito “pois este debe ser a festa de ramos; Aver non poderia lagrimas…”, lo que nos indica que en algún momento se cantó al inicio de la semana santa. La cantiga medita sobre los pesares de Santa María a lo largo de su vida a causa de su Hijo. La matanza de niños mandada por Herodes y la huida a Egipto, la pérdida de Jesús niño tres días entre los judíos de Jerusalén, y toda la sucesión de tragedias de la pasión de Jesucristo: prisionero, herido, elevado a la cruz, la muerte, el desclavado de la cruz y su entierro, y su soledad tras la ascensión. Tiene su cúspide emocional al cantar del dolor profundo de Santa María cuando presencia la muerte de su hijo.
    Esta cantiga de los siete dolores de la Virgen es contemporánea del “Stabat Mater dolorosa”, secuencia latina atribuida al monje Jacopone da Todi (h.1228-1306), al Papa Gregorio X (1210-1276) o a san Buenaventura (1218-1274).
    TRADUCCIÓN AL CASTELLANO
    CSM 403
    Esta es de los siete dolores que sufrió Santa María por su hijo
    No podría tener / tantas lágrimas que llorasen / cuanto [yo] querría llorar, / si antes no recordase / cómo Santa María / vio los pesares / del hijo que tenía, / antes de que se la llevase.
    1 Uno de estos pesares / fue cuando a Egipto / huyó por los campos de mijo, / según encontré escrito, / porque niños, a pares, / el maldito Herodes / mandó matar en las aldeas / para que en su reino no quedase ninguno.
    2 El segundo fue cuando / perdió a su hijo / [durante] tres días, creyendo / que los judíos se lo tenían / oculto y, temiendo / que muerto o maltratado / estuviese, por él [iba] llorando; / pero se presentó ante ella.
    3 El tercer pesar / fue muy pesado y grave, / cuando un sirviente / le dijo que llevaban preso / a su hijo verdadero, / Jesucristo, y atado, / absolutamente solo, / abandonado de los suyos.
    4 Por el cuarto estuvo muy afligida, / al ver a su hijo querido / llevar la pesada / cruz, y malherido / por los azotes, la barba / mesada y escupido, / y la gente amontonada / en torno a él y gritándole.
    5 El quinto pesar fue intenso, / cuando lo pusieron / en la cruz y para aliviarlo / le dieron vinagre y hiel, / se echaron a suerte y / se repartieron su ropa, / hasta que le llegó la muerte, / de lo que se alegraron mucho.
    6 El sexto fue, sin duda, / cuando lo desclavaron / de la cruz y con la mortaja / lo llevaron a enterrar / y, temiendo alboroto, / vigilaron el sepulcro, / pero, después, ¡así él me valga!, / allí no lo encontraron.
    7 Según cuentan las Escrituras, / el séptimo pesar fue / de gran tristeza / y cargado de duelo, / al ver subir a Dios / a las alturas, de donde procedía, / y quedó con tristeza / después al cuidado de otros.

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