Los <nuevos mozárabes>
Franjas enteras de una región de Sudán del Sur han sido abandonadas por sus habitantes, que –según informa su pastor– han huido para salvar la vida tras un brutal ataque perpetrado durante un llamado al alto el fuego. Mons. Roko Taban, Administrador Apostólico de Malakal, ha descrito cómo se ha llevado a cabo una evacuación masiva en partes de los Estados de Unidad, Alto Nilo y Junqali a raíz de la violencia perpetrada por fuerzas rebeldes encabezadas por Riek Machar, el anterior vicepresidente de Sudán del Sur. Mons. Taban ha informado de que todos sus sacerdotes y religiosas diocesanos han huido al sur con lo puesto para huir de la violencia, que no ha cesado pese al alto el fuego acordado en enero entre los rebeldes y el Gobierno de Sudán del Sur.
Mons. Taban ha explicado a AIN: “Lo hemos perdido todo, todas nuestras posesiones. Muchas de nuestras iglesias y demás edificios han sido arrasados, y todos ellos, saqueados”. El obispo ha informado que los últimos cuatro presbíteros de la Diócesis de Malakal están a la espera de ser evacuados hoy o mañana, dependiendo de la disponibilidad de los medios de transporte.
Los católicos tuvieron que refugiarse en la selva o buscar refugio en remotos poblados que no dan abasto con la masiva llegada de desplazados. Según fuentes de la Iglesia Católica , la población de la ciudad de Malakal (250.000 habitantes) sufre una extrema necesidad, y muchos han buscado ayuda en un cercano campo de desplazados de la ONU. Mons. Taban ha señalado: “Ya no hay nadie en Malakal. Todos han huido para salvar la vida. Nadie ha podido quedarse. La diócesis está totalmente vacía”. Y ha añadido: “Como diócesis, lo hemos perdido todo. Estamos en Juba con lo puesto. Todos los documentos están perdidos y carecemos de vehículos. No tenemos nada”.




