Los espantapájaros son lo que dice la palabra, pájaros para espantar a los que buscan devorar una siembra recientemente sembrada. Pero Sieger Köder dice: “Un espantapájaros es algo poético, un arlequín en un campo otoñal.” Cuando el viento mueve sus miserables ropas, “algo humano aparece ante la vista”: melancolía, un hálito de lo efímero y al mismo tiempo un resplandor de belleza y alegría. Lo especial de esta imagen: aquí los pájaros ya no se ahuyentan, se sientan contentos sobre el espantapájaros y atrapan con fruición, sin que nada les asuste, sus granos forrajeros. Donde no hay ningún temor, allí se expande la paz. La rosa roja sobre el sombrero dice claramente: el espantapájaros es además amable: finalmente forman un conjunto muy estrecho amor y paz. Por tanto, no es ningún milagro que el “espantapájaros Shalom” expanda una luz prodigiosa, incluso en la obscuridad y la tormenta. Los silenciosos pacifistas así resplandecen con la mayor claridad.

www.vacarparacon-siderar.es                                               Theo Schmidkonz S.J.