Diversas fórmulas se emplean
en las oraciones que se hacen con el cordón:
1. “Kyrie eleison”:
es aquella que pronunciaron los apóstoles;
su repetición pausada
sigue siendo el método más sencillo.
Es la oración que el Espíritu inspira
(cf. 1 Co 12, 3).
2. “Señor Jesucristo, ten piedad de mí”:
al reconocimiento de su señorío divino
(cf. Jn 21,7)
se incorpora el nombre de Jesús el Ungido
(cf. Lc 1, 43; 2, 11).
3. “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad mí, pecador”:
enriquece la invocación la confesión de su filiación divina
(cf. Jn 1, 18; Act 8, 37; 1 Jn 2, 23)
y con el reconocimiento humilde
de nuestras culpas (cf. Mt 1, 21; Lc 1, 31; Mc 2, 7).
4. “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
ten piedad de nosotros”:
el trisagio es de honda tradición oriental
y visigótico-mozárabe.
En el Rito romano se canta el Viernes Santo,
en griego y en nuestra lengua, ante la Cruz.
5. “Dios mío, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme”:
es, asimismo,
la tradicional invocación monástica en la tentación.
6. “Por la intercesión de la Virgen Madre de Dios,
Señor Jesucristo, ten misericordia de mí”:
incorpora la devoción a la Theotokos, santa María.
7. “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de (N.)”:
mostrando que la Oración de Jesús
no posee un exclusivo carácter individual,
puesto que también suele usarse
como una oración de intercesión
por los vivos y difuntos.
Además de este septenario clásico
encontramos la Oración de Jesús con otras fórmulas:
«Ven Señor Jesús»;
«Creo, Señor, pero aumenta mi fe”;
«Sálvame, Señor», etc.
En la época visigoda (ss. V-VIII) y mozárabe (ss. VIII-XII)
era habitual repetir incesantemente
al comienzo del Triduo Pascual la impetración
Perdón o Indulgencia.







SENHOR tem piedade de mim pois sou um pobre pecador( oração do peregrino russo)