«Después de habernos puesto en presencia de Dios nuestro Padre
para adorarle, amarle y bendecirle,
el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones
siete peticiones,
siete bendiciones.
Las tres primeras, más teologales,
nos atraen hacia la Gloria del Padre;
las cuatro últimas, como caminos hacia Él,
ofrecen nuestra miseria a su gracia.
“Abismo que llama al abismo” (Sal 42, 8).
gracias por ayudarme a rezar