Signos populares desde la liturgia

beatogeronaLos discípulos preguntaron: « Maestro, ¿dónde vives?» Él les dijo: «Venid y lo veréis.» Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día (cf. Jn 1, 35-42).  Ir a la casa de Jesús fue una bendición para ellos, una experiencia que mudó sus vidas y que trasmitirían a otros. Este es el marco de referencia de los santos y el ejemplo que hemos de repetir nosotros: ser una bendición para los demás.

Estamos a las puertas de la Epifanía. Esta popular solemnidad puede prepararse eficazmente, en este Año de la fe, desde una doble perspectiva: la colecta o regalos para los más necesitados (apostolado social) y las bendiciones de los hogares con los niños como protagonistas (apostolado familiar).

– En las colectas de estos días deberían tener cabida iniciativas de solidaridad a favor de hombres y mujeres que, como los Magos, vienen de regiones lejanas; ante estos emigrantes, sean o no cristianos, hemos de mostrar una comprensión acogedora y una solidaridad efectiva.

– La bendición de las casas, sobre cuyas puertas se traza la cruz del Señor, el número del año comenzado, las letras iniciales de los nombres de los santos Magos (C+M+B) [en latín: Caspar, Melchior, Balthasar], que son las siglas de la plegaria latina Christus mansionem benedicat [Cristo bendiga esta casa], escritas con tiza. Este gesto que conviene potenciar o introducir, realizado por grupos de niños acompañados de adultos, expresa la invocación de la bendición de Cristo por intercesión de los santos Magos (Cf. Directorio <La piedad pop. y la liturgia>, n. 118).

– La Lectura de la Biblia es básica en estos días. Comenzemos por leer en privado y -cuando se pueda- en familia los textos que se proclaman en las celebraciones de la Iglesia (Misa y / u Oficio Divino). Tantos pueden ver una Cabalgata pero no saben distinguir entre reyes y magos o quienes son y qué significan. No olvidemos: Cada católico con su Biblia.

Si nos esforzamos por celebrar bien la Epifanía de este 2013 AD el Señor bendecirá estas iniciativas misioneras y los fieles -y simpatizantes- se encontrarán con su Señor en la liturgia de la Iglesia.
mg

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