A finales del tiempo pascual
en nuestra antigua liturgia

pascual1«Dentro de la perspectiva tipológica el versículo 19 [del salmo 23] es seguramente el texto bíblico de más significación en la fiesta de la Ascensión. Lo cual se debe a que en su versión litúrgica tiene una concordancia perfecta con los misterios de la Ascensión y del Envío del Espíritu, gracias a una modificación utilizada ya por San Pablo (cf Ef 4, 7-11). La expresión original se convierte en esta otra:

«Subió a las alturas,
llevó consigo a los cautivos,
concedió dádivas a los hombres».

De esta manera con esta interpretación sancionada por el Nuevo Testamento «se convierte al Dios-Rey-Yahvé-que recibe en el Dios-Rey-Cristo-que-concede». Con lo cual el versículo del salmo es un cuadro perfecto de Cristo que asciende a los cielos como triunfador y liberador glorioso y como dador del Espíritu que había prometido. Es así como tal expresión adquiere un gran lugar en la liturgia hispánica.

 

El versículo 34 aparece asimismo en una forma distinta de la original que proviene de los Setenta:

«El que sube sobre los cielos
de los cielos a Oriente».

Al mismo tiempo que expresa la excelsitud a que Cristo es elevado, la mención de Oriente comporta un simbolismo conocido: Cristo se marchó por Oriente y por allí ha de volver. De ahí viene la práctica de la oración hacia Oriente.»

 
El tiempo pascual en la liturgia hisp.
Pablo Martínez Saíz
Univ Pont Salamanca,
Instituto Superior de Pastoral
Madrid 1969
 

«Qui transgressus occasum transcendisti
super caelos caelorum ad Orientem
(LMS 749).
Igualmente, véase OV 1001, 1006, 1016
y AVM 329, 330, 333.
Cf F.J. Dölger, Sol salutis (Mïnster 1925)
210-211.

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