«A ti, Señor,
levanto mi alma»


Hoy, domingo 30 de noviembre de 2025 comienza -en el Rito romano- el nuevo año litúrgico con el inicio del Adviento.
Este tiempo litúrgico, que nos llevará hasta la tarde del 24 de diciembre, es el anuncio de la venida del Salvador.
El Adviento nos renueva cada año y nos introduce en la Navidad y en su Misterio.
El Adviento, en los tiempos que vivimos, se hace especialmente imprescindible porque es un momento de espera y esperanza, de reflexión y de conversión, de sembrar para luego recoger buenos frutos. Una preparación a una vida nueva.
Ante la última venida del Señor rezamos: ¡Maran athá!


La Corona o Guirnalda nos va haciendo presente el camino de nuestra preparación espiritual.
Las luces van creciendo, hasta que recibamos al que es la Luz verdadera. El verde nos habla de esperanza: brotará un renuevo…
La corona la vemos en muchas iglesias. ¿Por qué no hacerla también en casa?

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El tiempo de Adviento tiene dos características:
*es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida del Hijo de Dios entre los hombres,
y un tiempo en el cual, mediante esta celebración,
el ánimo se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos*.
Por estos dos motivos, el Adviento se presenta como un tiempo de piadosa y alegre esperanza.
(NUALC no. 39).


…manzanas, luces, estrella…
signos del Árbol de la Vida.

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2 comentarios en “«A ti, Señor,
levanto mi alma»

  1. Adviento: Tiempo de buena esperanza, und esperanza activa que incluye la actualización del misterio a traves de la Eucaristía. Cristo renace en Navidad y el Adviento es la nueva actualización del primer nacimiento. Debemos tomar conciencia de la necesidad de acoger debidamente al Señor. Celebrar la Navidad. el misterio como celebración festiva con esplendidez – en el vestido, el canto, la comida – en coherencia espiritual.

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