RECORDANDO EL CINCUENTA ANIVERSARIO
DEL CONCILIO VATICANO II
Y VIGÉSIMO DEL CATECISMO,
EN EL MARCO DEL EMPEÑO MISIONERO
POR UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN

PLEGARIA

Con la mirada fija en Jesús
oremos para que la doctrina conciliar llegue
a ser nuevo aliento de vida
y verdadero deseo de renovación eclesial.

Que este año sea un tiempo de gracia
para nuestra Iglesia universal y diocesana;
comprometidos en “anunciar a Jesucristo Resucitado
a los que aún no lo conocen,
en un verdadero trabajo de iniciación a la vida cristiana
y en una mayor solidaridad con los más desvalidos”.

Que nuestra vida sea
Catecismo de fe, de oración y de compromiso.

Oremos para que el Evangelio de Jesús
impregne la vida de toda la Iglesia,
con nuevas semillas de evangelización.
 

Que el Espíritu Santo abra de par en par la puerta de nuestro corazón
a fin de que nuestras comunidades escuchen su Palabra,
avancen en el camino de la conversión
y hagan más cercana a la Iglesia
la alegría y la esperanza, la tristeza y la angustia
de los hombres y mujeres de hoy.

Dios y Padre nuestro del cielo,
escucha nuestra oración este Año
en el que todo tu pueblo – la Iglesia – está invitado a entrar
por la puerta de la Fe.

Amén.

–        Santa María, Madre de la Iglesia.
–    Ruega por nosotros.