Cristo Señor, que,
después de ascender al cielo,
está sentado ahora a la derecha del Padre,
sea vuestro amparo.
R/. Amén.
Él, que hizo subir al cielo
la naturaleza humana glorificada,
no permita que vuestro cuerpo
sea dominado por las bajas pasiones.
R/. Amén.
Que habiendo contemplado la gloria
del que ha subido al cielo,
no seamos condenados
cuando vuelva para juzgar.
R/. Amén.
Por la misericordia
del mismo Dios nuestro,
que es bendito y vive y todo lo gobierna
por los siglos de los siglos.
R/. Amén.