que, antaño, en el día de hoy se dignó nacer por nosotros,
os purifique por su nacimiento.
R/. Amén.
El que aceptando hacerse niño,
se revistió con los vulgares lienzos de la humanidad,
os adorne con los vestidos de las virtudes celestiales.
R/. Amén.
Que sea alimento interior de vuestros corazones aquél
que, acostado en el pesebre,
quiso mostrarse como la comida de los creyentes.
R/. Amén.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro,
que es bendito y vive y todo lo gobierna
por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
P Manuel G. López-Corps