Cristo, ven en busca de tu oveja,
no por medio de siervos,
ni por medio de asalariados,
sino ven en persona.
Tómame en esta carne
que cayó en Adán.
Tómame, no de Sara,
sino de María…
Llévame a la Cruz, que
es salvación para los que yerran;
sólo allí encuentran descanso
los que están fatigados,
y vida, los que están muriendo.
San Ambrosio
In Ps., 118, XXII, 30.