Hoy, jueves de la semana pascual del Buen Pastor expresamos nuestra comunión con el que preside a toda la Iglesia en la caridad con este expresivo texto de san Isidoro de Sevilla.
El obispo hispalense escribe a Eugenio tratando acerca de la doctrina bíblica sobre el papel de Pedro en el colegio apostólico. Además, vincula la sucesión de Pedro con el Obispo de Roma.
El metropolita sevillano, expresa en esta epístola la fe viva y vinculante de la Iglesia hispano-visigótica y reclama de todos los fieles cristianos, obispos y laicos, unidad y obediencia a la cabeza: el pontífice romano.
EPÍSTOLA de Isidoro al obispo Eugenio
<En lo que atañe a la igualdad de los Apóstoles, Pedro sobresale a los demás porque él mereció oír de labios del Señor:
Tú te llamarás Cefas, tú eres Pedro, etc.
Y no de un cualquiera, del mismo Hijo de Dios y de la Virgen recibió Pedro, el primero de todos en la Iglesia de Cristo, el honor del Pontificado. Al mismo le dijo también el Hijo de Dios después de resucitar:
Apacienta mis corderos (Jn 21, 15).
Designando con el nombre de corderos a los prelados de la Iglesia. Y aunque la dignidad del poder pontifical se comunicó a todos los Obispos de las Iglesias católicas, de manera más especial, sin embargo, por singular privilegio al Pontífice Romano, como a cabeza, y que, por lo tanto, permanece para siempre más encumbrada sobre los otros miembros.
Quien, pues, no tributa al Romano Pontífice reverente obediencia, y se separa de la cabeza, se hace solidario del cisma de los Acéfalos. Esto afirma y sostiene la santa Iglesia como artículo de la fe católica, según vemos en el símbolo de la fe en la Santísima Trinidad , atribuido a san Atanasio: Y si cada quien no creyere esto fiel y firmemente, no podrá ser salvo.>
Há pastores porque há ovelhas.
Como pedra viva sou chamado a apascentar os cordeiros meus irmãos numa intima união à igreja e ao papa